Por Paulina Abramovich
Santiago/AFP
Después de una década de celebrar avances en su erradicación, el número total de personas que padecen hambre creció en América Latina en 2016 al tiempo que se expandió la obesidad, un fenómeno que está «desbocado» en la región, alertó la FAO.
El año pasado, alrededor de 42,5 millones de latinoamericanos (el 6,6% de la población total) no contaron con la cantidad suficiente de alimentos para cubrir sus necesidades calóricas diarias, lo que representó un aumento de 2,4 millones de personas, un 6% más en relación al año anterior.
«Vamos por mal camino. La región ha dado un paso atrás importante en una lucha que venía ganando», dijo el representante regional de la FAO, Julio Berdegué, al entregar en rueda de prensa el «Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe».
Sudamérica, una de las regiones más ricas en la producción de alimentos, sufrió el mayor incremento de la subalimentación, al crecer el hambre de un 5 a un 5,6%. Pero pese a que no aumentó en el Caribe, el hambre sigue teniendo la mayor prevalencia en esta región, con un 17,7% de su población.
El incremento del hambre en América Latina «se relaciona principalmente con la desaceleración económica, las crecientes tasas de desempleo, la disminución del salario mínimo y el deterioro de las redes de protección social», explicó el director general de la agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, José Graziano.
En cuanto a países, la peor situación en términos de prevalencia la presenta Haití, donde casi el 47% de su población sufre de hambre (equivalente a unos 5 millones de personas).
Venezuela, en tanto, -sumida en una profunda crisis política y económica- es el país que registró el mayor aumento en el número de subnutridos, pasando de 2,8 millones de personas en 2015 a 4,1 millones, con una prevalencia del 13% de su población.
Argentina y Perú registraron un aumento de 0,1 millones de personas, mientras Bolivia, Chile, Ecuador y Paraguay mantuvieron sus cifras. Colombia redujo el número de personas de 3,7 a 3,4 millones en el mismo periodo.
Brasil, Cuba y Uruguay presentan, en tanto, una proporción de personas subalimentadas inferior al 2,5%.
Con estas cifras, que revierten décadas de progreso, es muy difícil que la región alcance el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 de hambre cero, que compromete poner fin al hambre, lograr a seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible al año 2030.
Obesidad desbocada
Pero no sólo se incrementó el número de subalimentados en la región. En América Latina la obesidad está «desbocada», convirtiéndose en un problema de salud pública en todos los países de la región, alertaron los expertos de la FAO.
«Tenemos un problema desbocado de obesidad en América Latina», luego de que en 24 de los 33 países latinoamericanos la obesidad en adultos se ubica por sobre el 20% de su población, alertó Berdegué.
El problema es tal que el número de muertos asociados a enfermedades producidas por la obesidad supera a las del narcotráfico y la criminalidad.
Chile, con un 30% de su población adulta obesa, tiene una de las tasas más altas de la región, afectando especialmente a las mujeres (32,8%), que lideran el índice de obesidad en América del Sur. También lo hacen los niños, con una tasa de sobrepeso que alcanza al 9,3%, por arriba del promedio de América Latina (7% de la población de niños menores de 5 años).
En Sudamérica, el 7,4% de los niños menores de cinco años sufre sobrepeso y obesidad, al igual que el 6% de los niños en América Central y el 6,9% de los niños del Caribe.
En este sentido, la FAO llamó a los gobiernos de la región a establecer políticas públicas para favorecer al consumo de alimentos saludables, que en general presentan precios más caros que los más calóricos.