Washington/Prensa Latina
La candidata presidencial demócrata a las elecciones de Estados Unidos, Kamala Harris, aparece con ventaja de 3,2 puntos porcentuales sobre su rival republicano, Donald Trump, en un promedio de encuestas publicado el viernes.
Según el resumen del diario The Hill/DDHQ, la vicepresidenta Harris tiene un 49,2 por ciento de apoyo, mientras que el expresidente Trump obtuvo el 46 por ciento.
El índice de popularidad de la demócrata sigue siendo un aspecto fundamental de su viabilidad política, lo que es un potencial para movilizar apoyo en su actual campaña presidencial, señalan analistas.
Harris cerró anoche la Convención Nacional Demócratas con un llamado a dejar atrás las divisiones y amarguras del pasado, durante un discurso en el que aceptó formalmente la nominación de su partido.
Ante un atestado United Center, un multideportivo con capacidad para 23 mil 500 espectadores en la ciudad de Chicago, pronunció el discurso que es, quizás, el más importante de su carrera.
La candidata hizo un reconocimiento a la trayectoria política del presidente Joe Biden, quien el pasado 21 de julio renunció a la reelección y la apoyó a ella.
También presentó una agenda clara con una propuesta que pretende unidad en medio de la fuerte polarización política que vive el país. No rehuyó temas polémicos como la economía, la migración, los derechos reproductivos y en política exterior, se refirió al conflicto en Ucrania y la agresión de Israel contra los palestinos en Gaza.
Aunque reiteró que apoya a Tel Aviv, abogó por un acuerdo de cese el fuego, dijo que debe parar el sufrimiento y en un momento se refirió a que los palestinos puedan reclamar sus derechos a la libertad, a la seguridad y a la autodeterminación. Su discurso también criticó a Trump, a quien catalogó de «hombre poco serio» y advirtió de las consecuencias catastróficas de elegirlo para un segundo mandato.
Harris se convirtió en la primera mujer con raíces de la India y de Jamaica en lograr la nominación por uno de los dos partidos tradicionales de Estados Unidos, que cada cuatro años se alternan las llaves de la Casa Blanca.