Washington/Prensa Latina
A dos semanas de las elecciones de Estados Unidos, los candidatos cazan votos en puntos clave, la demócrata Kamala Harris, visitó Pensilvania, Míchigan y Wisconsin, y el republicano, Donald Trump, Carolina del Norte.
La vicepresidenta decidió este sprint por el Medio Oeste junto a la excongresista republicana Liz Cheney, quien está cumpliendo lo que prometió: hacer todo lo posible por evitar el regreso de Trump a la Casa Blanca.
Harris y Trump van casi igualados en los siete estados en disputa entre una porción crítica del electorado cuyos votos probablemente determinarán quién se convertirá en el próximo ocupante del Despacho Oval.
Una encuesta del diario The Washington Post-Schar School a más de cinco mil votantes registrados, realizada en la primera quincena de octubre, reveló que el 47 por ciento de los entrevistados dice que definitivamente o probablemente apoyará a la demócrata, pero también el mismo porcentaje sostiene similar criterio sobre el republicano.
Entre los votantes probables, el 49 por ciento apoya a Harris y el 48 por ciento respalda a Trump.
Un reporte del influyente rotativo advirtió que el respaldo al expresidente (2017-2021) no ha cambiado mucho respecto del 48 por ciento que recibió en una encuesta de primavera en seis estados clave utilizando la misma metodología.
Sin embargo, la posición de Harris es seis puntos porcentuales más alta que el 41 por ciento de apoyo registrado para el presidente Joe Biden, que entonces era el abanderado demócrata.
La semana pasada el documentalista Michael Moore comentó que el país entraba en la etapa de alarmismo y oscilación del péndulo de la temporada electoral y pidió hacer menos caso a las encuestas, dejar esa obsesión, y centrarse en movilizar.
Para “para conseguir esos votos, tenemos que activar a los no votantes. Es posible que un tercio (¡o más!) de nuestros compatriotas estadounidenses no acudan a las urnas este año”, escribió en un artículo publicado en su página de Internet.
El realizador de Farenheit 11/9 enumeró varios ejemplos de diferentes ciclos electorales en Estados Unidos que corroboraron su criterio respecto a que los estudios de opinión no siempre son el camino correcto.
“Ánimo. En política no se llora, especialmente por encuestas estúpidas. Es solo parte de la locura por la que nos hacen pasar cada cuatro años. Y por ahora, solo necesitamos dejar de lado el torbellino de los medios. En serio, apaguen la televisión”, sugirió con ironía.
No lean artículos sobre las encuestas en The New York Times. Ignoren a todos los charlatanes que en realidad solo están deprimiendo su día. La mitad del tiempo, parecen no darse cuenta de que vivimos en un mundo sin teléfono fijo, concluyó Moore, ganador del Oscar en 2003 con Bowling For Columbine, un documental sobre la violencia armada en este país.