Por: Oscar Martínez
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A pesar de las dificultades de recursos que tiene Diario Co Latino, da espacio para la memoria e historia de protagonistas del Movimiento Popular, por eso el Diario Co Latino se presenta como un proyecto político-ideológico-periodístico que abre sus páginas al pueblo, otro medio no lo hará porque sus intereses son del gran capital.
Por eso, los veteranos de guerra residente en la ciudad de Toronto, Canadá y la familia, camaradas y amistades que viven en El Salvador, te pueden invitar desde estas páginas a participar en el acto de conmemoración de los combatientes del FMLN, caídos en combate en el frente de Guazapa.
El evento se realizará el día sábado 15 de febrero de 2020, a las 10:00 a.m. en el Monumento construido en memoria al primer dirigente campesino del cantón Mirandillas, compañero Lucio Elías Acosta de las Brigadas de Trabajadores del Campo -BTC- y Roberto Carlos Silva Pereira, capturados y asesinados por la Guardia Nacional del municipio de Aguilares de San Salvador.
La ubicación del lugar es entre la carretera que va de Aguilares a Suchitoto, hay un desvío con rumbo al cerro, el lugar se ubica a cinco kilómetros al sur, hasta llegar al cantón Mirandilla, en donde está un monumento a los caídos, ahí están grabados unas frases “En nombre de los que ofrendaron la vida, derramaron su sangre y dieron el sacrificio para la igualdad, beneficios y los derechos sociales.
A los héroes y mártires quienes hicieron suyos los ideales de un país más justo, solidario y socialista, rendimos este homenaje honrando su sangre derramada en combate”.
Pedimos permiso a sus familiares, perdón porque no aparecen todos los nombres y algunos nombres pueden estar mal escritos o incompletos; pero estamos tratando de rescatar nuestra memoria e historia de los protagonistas que libraron la guerra de liberación nacional contra el imperialismo norteamericano, la oligarquía y la dictadura militar.
En esa lucha popular ofrendaron sus vidas 176 personas, entre ellas 38 compañeras, 137 compañeros y un niño asesinado.
Estos grandes familiones de hombres y mujeres son sobrevivientes de masacres, de tierras arrasadas, de capturas y torturas, vienen de romper cercos militares, de librar combates, de tomarse fincas, de marchas de protestas, de emboscadas, de caminos minados, de conspirar en las ciudades, de guindas, de campañas militares, de asaltar cuarteles, de requisar armas, de fabricar explosivos, de comer tortillas con frijoles, de hacer el amor en los frentes de guerra, de conocer al enemigo, de hacer alianzas, de derrotas y victorias que se dieron en esas gestas heroicas por la liberación del pueblo salvadoreño y centroamericano.
Esos son las mujeres y hombres que cada año activan las comunicaciones para organizar y coordinar la actividad, los celulares no han dejado de sonar porque quieren asegurarse que se lleve la bandera del FMLN, del PRTC, del ERP, de las FPL y de la RN.
Los compas piden especificaciones del lugar porque muchos interesados en regresar a la tumba de los guerrilleros y guerrilleras son lisiados de guerra y una alternativa para que lleguen es que se lleguen en hamacas, al estilo de la guerra.
Roberto “El Chucho” de su archivo personal nos da unas fotos valiosas del monumento a los caídos de esa heroica lucha, ahí están los nombres de mujeres y hombres valientes que empuñaron el fusil, agarraron la molotov y la papa para tirárselas a los opresores y explotadores del pueblo:
Del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos PRTC, fueron 46 compas que ofrendaron sus vidas, entre ellos cuarenta compañeros, cinco compañeras y un niño asesinado.
Lucio Elías Acosta
Antonio Melgar Cáceres
Arturo Acosta Melgar
María Yolanda Acosta Melgar
P. Misael Acosta Melgar
Osmaro Acosta Rivera
Arístides Acosta Rivera
Vicente Rivera
Jorge Rivera
Jeremías Melgar
Eduardo Melgar
Mario García
Sigfredo Landaverde
Antonio Melgar v.
Emiliano Melgar
Idalia Alas
Jesús Orellana
Blanca Orellana
Manuel Orellana
Jesús Alas
Jesús Acosta Rivera
Carmen Alas Acosta
Jesús Landaverde
Mario Ardón
Rafael Hernández
René Hernández
Sebastián Hernández
Santos García
Rufino De Jesús Rivera
Tránsito Pocasangre G.
Jaimito Alas (9 meses de vida)
Carena Alas
Eugenio Alvarado
Jorge Rauda
Javier Rauda
Santos Hernández
Osmaro Serrano
Cecilio Alas
Carlos Marroquín
Manuel Ventura
Valbino Hernández
Rafael (Lito) Acosta Rivas
René Acosta Rivas
Domingo Alas
Víctor Alas
De las Fuerzas Populares de Liberación -FPL- fueron 26 compas de las FPL que ofrendaron sus vidas, entre ellas cuatro compañeras y veintidós compañeros.
Alberto (Beto) Gómez
Osmaro Escobar
Miguel Ángel López
Luis Alonzo López
Gonzalo Escobar
José López
Serbelio Hernández
Fidelina Melgar
Serbelio Chávez
Isabel Paiz
José Rivera
Saúl López
Zoila López
Francisco García
Rutilio Rivas
José García
Miguel Ventura
Teódulo Guillen
Víctor Pocasangre
Manuel Escobar
Apolinario Serrano
Juan Hernández
Julia Grande
Vitelio Melgar Rivera
Israel Alas
Eduardo Landaverde
Además 35 compas de la RN que ofrendaron sus vidas, entre ellas once compañeras y veinticuatro compañeros.
Lorenzo Ardón
Marcos Ardón
Jesús Ardón
Antonio Melgar Flores
Carlota Flores
Jeremías Ventura
Leónidas Olivar
Eduardo Ventura
Ángela Ventura
Fabián Rauda
Lorenzo Marroquín
Salvador Marroquín
Antonio Rivera
Alfredo Fuentes
Dorotea Fuentes
Mercedes Hernández
Antonio Hernández
Santana García
Manuel García
Vicente García
Teresa Escalante
Margarita Landaverde
Francisca Landaverde
Sara Elena
Carlos Alas Ventura
Blanca Landaverde M.
Antonio Flores
Mario Menjívar
Osmaro Calderón
Maribel Calderón
Ismael Flores
Tránsito Menjívar
Estela de Alas
Alberto Calderón
Federico Greifu
Más un total de 69 personas que ofrendaron sus vidas, entre ellas dieciocho compañeras y 51 compañeros, que aparecen en el monumento a los caídos sin tener vincularlos con ninguna organización político militar.
Lucio Alas
Pepe Flores
Pablo García
Rufino Acosta
Ronald Marroquín
Juan Acosta Rivera
Leodán Rauda
Toño Balte
Rufino Payes
Santos Murcia
Leonardo Payes
Serbelio Chávez
Julio Fuentes
Serbelio Rivas
Elías Orellana
Reyes Orellana
Jesús López
Abel Melgar Ventura
Argelio Rivas Melgar
José María Girón Melgar
Osmaro Cáceres
Julio Hernández
Timoteo Grande
(Rafael) Lito Hernández
Pablo Hernández
José Flores
Jesús Ardón
Roque Menjívar
Ricardo Melgar
Manuel Flores
Miguel Marroquín
Ramón García G.
Arturo Ramos
Mario Flores
Renato Rivera
Perfecto Ardón
Jeremías García
Noel Melgar
Manuel Hernández
Vicente García
Rubén Flores
Vertilio Rivera
Antonio Flores
Bartolo Hernández
Adán Hernández
Pablo Ramírez
Tilo Rivas
Santos Ávalos
Pedro Figueroa
José López
Santos Menjívar
Lucía Rivera
Candelaria León
Isabel Ardón
Arlen Siu
Mercedes
Esperanza Orellana
Orbelina Hernández
Felipa de Jesús Acosta
Felipa de Jesús
Ramona Alas
Francisca Alas
Eugenia Flores
Marta Alicia Flores
Miriam Serrano
Miriam Melgar Acosta
Anita Alas
Guadalupe Alfaro
Eugenia Alvarado
Esos son nuestros muertos que nos recuerdan la muerte que dejaban los fusiles de los militares y oligarcas, que a veintiocho años de finalizada la guerra con la firma de los Acuerdos de Paz el 16 de enero de 1992, el presidente de la República, Nayib Bukele, no los recuerda pretendiendo con ello no recordar la historia, al contrario llama a la insurrección y da órdenes al Alto Mando de la Fuerza Armada -FAES- y a la Policía Nacional Civil -PNC- de asaltar la Asamblea Legislativa para ocuparla de forma violenta, en donde el presidente de la República, asume la Presidencia de la Asamblea Legislativa, en un claro acto de menospreciar y violar la institucionalidad de la República de la separación y funciones de poderes, poniendo en riesgo el avance de la construcción de la democracia y el Estado de Derecho.
Observar el despliegue de militares que dicen estar dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias en compañía de policías entrenados para someter y tomar por asalto cualquier objetivo, solo nos recuerdan los setenta mil asesinados, los ocho mil desaparecidos y más de cuarenta mil lisiados de guerra; cifras que nos invitan a reflexionar y a condenar todo abuso de poder civil y militar que atente contra la paz en El Salvador.
Todos esos recuerdos hacen que hombres, mujeres y familias completas busquen aún a sus desaparecidos políticos, los torturados reviven sus pesadillas, y muchos buscamos una tumba de nuestros seres queridos, como los que hoy van a buscar la tumba de sus seres queridos y sus recuerdos nobles.
Como Alonso Acosta que hace de su memoria un testimonio de su tío Elías Acosta, hermano de su padre, que fue capturado por la Guardia Nacional en Aguilares, el 12 de febrero de 1980, cuando desayunaba en un comedor del mercado municipal.
Su cuerpo fue encontrado el día 14 del mismo mes, atado de pies y manos, metido en un saco a la orilla del embalse del Cerrón Grande (Lago Suchitlán), cerca de El Coyolito, en el municipio de Tejutla, en el departamento de Chalatenango.
La entonces presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Marianela García Villas fue a reconocerlo.
Según testigos, su tío Elías presentaba señales de torturas; tan brutales que rayan con el sadismo y el salvajismo.
Lo hicieron caminar en vidrio de botellas quebradas, le cortaron la lengua y después le cortaron los genitales y se los metieron en la boca.
Es prácticamente imposible imaginarse tanto odio y desprecio hacia los pobres; que cual bestias embriagadas se ensañaron con su tío.
Seguramente que no pudieron sacarle información que les interesaba, ni les entregó nombres y por eso descargaron toda su ira en él.
Pero los revolucionarios están convencidos de su lucha y prefieren morir, antes que entregarle información al enemigo de clase.
El tío de Acosta -estaba claro de eso- sabía que en una revolución se puede triunfar o morir en el intento, pero que muchos otros vienen detrás retomando las banderas de lucha, mientras existan las clases antagónicas e irreconciliables y la explotación del hombre por el hombre.
Elías Acosta fue enterrado el día 15 de febrero en el cementerio de Suchitoto, después de que su cuerpo fuera recogido por la funeraria Ibarra; y lo sellara en lámina, para que no se saliera el mal olor del cuerpo en descomposición, pero a pesar de todo siempre se sentía el olor infecto y nauseabundo.
El compañero Elías fue organizador de campesinos; líder de la Federación Cristiana de Campesinos Salvadoreños (FECCAS), y fue también fundador del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC).
El entierro de Elías Acosta se convirtió en un mitin político en el cementerio, porque un muchacho llamado Santos (quien también era de la dirección del PRTC), de seudónimo Sebastián Guevara, y que después fue comandante de zona en la guerrilla de Guazapa y una muchacha de nombre Margarita Villafranco (también destacada compañera en el frente de Guazapa, de seudónimo Verónica), dieron un discurso, lanzaron vivas y corearon consignas revolucionarias antes de enterrarlo.
Los militantes del PRTC pusieron también unas mantas rojas afuera del cementerio, eso provocó que la Guardia Nacional se dirigiera al cementerio y antes de que llegaran a donde se estaba se tuvo que salir de allí apresurados.
VIVE CON HONOR O MUERE CON GLORIA
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