Diario Co Latino 134 años comprometido con usted
Artículos relacionados
@DiarioCoLatino
Llegar con flores frente al Estado Mayor de la Fuerza Armada, en el día de los difuntos, significó para un grupo de salvadoreños construir la Memoria de las víctimas de las masacres ocurridas en 1981.
Las masacres de El Mozote, en Morazán, la del río Sumpul, en Chalatenango, entre otras, marcaron la historia con sangre, y, lo peor, de víctimas inocentes que hasta la fecha no han recibido justicia.
La protesta se realizó frente a las instalaciones del Estado Mayor, bajo la consigna “Enflorar la memoria para hacerla renacer”, en la que participaron el grupo salvadoreños construyendo memoria y las comunidades de base del Bajo Lempa, de San Vicente.
“Las masacres y los desaparecidos permanecen siempre en nuestra memoria”, expresó Amanda Castro, hija de padres desaparecidos.
Por eso se hace necesario honrar a los desaparecidos y masacrados durante el Conflicto Armado, señalaron, mientras les ofrendaban flores.
Las víctimas no solo son rostros, si no también historias, vidas importantes, más allá de datos estadísticos, o cifras, agregaron. El objetivo de llegar al lugar fue mantener viva la memoria, para generar una cultural de paz en todo en El Salvador.
“Se necesita un país que salga de las lógicas de guerra y bandos, que construyamos la memoria colectival, y esto se pude hacer a través de conocer nuestra memoria, a través de respetar los poderes y separación de poderes”, señalaron.
Y exhortaron a las autoridades que tienen que ver en el caso del Mozote y sitios aledaños, a permitir que el Juez que está llevando el caso pueda tener acceso a los archivos militares.
Esto porque es importante para el proceso y es parte de un proceso histórico.
Además, de que permite el acercamiento al proceso de otras masacres, ya que el Mozote es el ejemplo, pero no es el único caso donde no se ha dado la justicia.
Los demandantes señalaron que se debe permitir el juzgamiento y que se de a conocer.
Esto porque ya han pasado varios años sin que se honre a las víctimas y su memoria.
Para los salvadoreños construyendo memoria y las comunidades de base, este dos de noviembre se debe, en la cultura salvadoreña, honrar a “nuestros muertos y muertas”.
Así como también construir un altar colorido que de cuentas del amor a la vida y porque “queremos negarnos a la lógicas de muerte y militaristas”.
“Estamos frente al Estado Mayor, porque creemos que no se debe seguir brindando grandes presupuestos a los destacamentos militares, sobre otras cartera de estado”, agregaron.
