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@RosmeriAlfaro
Hace 15 años El Salvador se estremeció, sovaldi unos minutos antes de las 12 del mediodía, cuando un terremoto magnitud 7.7 grados sacudió el país dejando más de un mil muertos, unas 2000 viviendas destruidas, un millón y medio de damnificados, más la vulnerabilidad del país al descubierto.
Este fenómeno dejó destrucción, pero nadie se imaginó que un mes después el país viviría otro terremoto cuya magnitud fue de 6.6 grados.
Hoy, la Mesa Permanente Para la Gestión de Riesgos (MPGR) en El Salvador, que es miembro de la Concertación Regional para la Gestión del Riesgo (CRGR), recordó que el 13 de enero el terremoto causó daños en 172 municipios a nivel nacional. El movimiento telúrico tuvo una duración aproximada de 45 segundos.
Para este organismo aún es necesario trabajar en forma multisectorial y dimensionalmente en el desarrollo y actualización de políticas e instrumentos que regulen el ordenamiento territorial con un enfoque de gestión de riesgos y una visión integral que permita el desarrollo urbano y rural.
“Pese al avance en políticas centroamericanas de Gestión de Riesgos y desastres, acuerdos marcos que regulan y dinamizan la discusión sobre
la misma, aún existe mucho déficit sobre los cuales habrá que profundizar su debate e implementación”, expresaron los representantes de la CRGR.
De acuerdo con los representantes de la concertación, es necesario reforzar la articulación del sistema para enfrentar los distintos fenómenos ocasionados por causas naturales o antrópicas, sobre todo,
que propicie el enfoque a la profundización del tema de prevención y reducción de vulnerabilidades.
Esto también debe tener concordancia con el marco legal, normativo y operativo adoptado por la región, referente al Marco de Acción de Sendai 2015-2030; así como las agendas de Desarrollo Sostenible y la Adaptación del Cambio Climático.
Magdalena Cortéz, representante Regional de la mesa de Gestión de Riesgos, hizo un llamado a las autoridades correspondientes a poner en vigencia la Ley de Ordenamiento Territorial, ya que manifiesta que se sigue construyendo urbanizaciones sin tener en cuenta si el suelo es adecuado y sin tomar las medidas de mitigación correspondientes.
“Debemos generar políticas que permitan cambiar la cultura que tenemos actualmente. Las leyes deben endurecerse para hacer una intervención económica, una inversión en construcción. Cualquier inversión se debe realizar a la luz de los riesgos que ya tenemos contemplados”, manifestó.
Los terremotos del 2001 dejaron al descubierto la vulnerabilidad del país, desde esa fecha se han hecho esfuerzos por mejorar las condiciones de vida de los salvadoreños que viven en zonas de riesgo y que con fenómenos naturales son las más afectadas.
