Alma Vilches
@AlmaCoLatino
En un ambiente de fiesta y regocijo, cientos de feligreses celebraron durante la misa dominical en la Cripta de Catedral Metropolitana, uno de los acontecimientos más importantes en la historia del país, como es la canonización de Monseñor Romero, el arzobispo mártir que tuvo una opción preferencial por los pobres y que a través de sus homilías denunció las injusticias y graves violaciones a los derechos humanos.
El sacerdote Juan Vicente Chopin afirmó que el pueblo, en especial los pobres tenían razón al decir que Monseñor Romero es santo y que sus asesinos no tenían razón cuando los periódicos de la época (EDH y LPG) lo calumniaban, y tampoco tuvieron razón cuando intentaron bloquear su proceso de canonización.
“Todo queda al desnudo y hoy queda al descubierto las intenciones de quienes tienen dominado al país y no quieren aceptar la justicia y la reconciliación. Monseñor Romero sigue vivo en nuestros corazones, no solo debemos ser sus seguidores y devotos, sino hacer vida su palabra”, señaló padre Chopin.
Asimismo, dijo que en los próximos días redactarán el acta del martirio de Monseñor Romero, donde queda consignado los motivos de su muerte, la cual será validada por los miembros de la Comunidad de la Cripta de catedral, que valientemente han defendido el cuerpo del santo. El documento expresa que fue el odio de la oligarquía el que mató al obispo mártir.
“Hemos venido a proclamar la resurrección de San Oscar Arnulfo Romero, que no traicionó su ministerio sacerdotal, aun a sabiendas que podían matarlo. Ahora esperamos que los medios que difamaron a Monseñor Romero tengan la decencia de pedir perdón a San Oscar Romero, igual que los sacerdotes que injuriaron en su contra. Aclaramos que la iglesia no canoniza guerrilleros”, enfatizó Chopin.
Raúl Sorto acudió a la celebración y manifestó su júbilo por la canonización de Monseñor Romero, por haber sido el pastor que no dejó solo al pueblo, ya que en todo momento expresó amor por el prójimo, pero en especial por los más pobres y necesitados, “que ya sea santo es un premio que Dios le ha dado a El Salvador”, sostuvo.
Inesperadamente durante la eucaristía dominical, el Nuncio Apostólico, monseñor Santo Rocco Gangemi, visitó la tumba del santo mártir, donde se unió al resto de la feligresía en un momento de oración y recogimiento espiritual.