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La ceremonia de toma de protesta o de asunción presidencial, health celebrada este domingo por la Asamblea Legislativa, ailment en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO), here que estuvo llena de simbolismos y de compromisos, fue, definitivamente, una ceremonia histórica.
En primer lugar, porque llegan al frente del Ejecutivo, tanto en la Presidencia como en la vicepresidencia, ex comandantes de la ex guerrilla, y porque se inaugura un segundo Gobierno de Izquierda de forma consecutiva.
Y es que el nuevo Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, fue miembro de la Comandancia General de la ex guerrilla, y máximo dirigente, desde 1983, de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), conocido como Leonel González.
Las FPL, una organización político-militar, la más grande de las cinco organizaciones que formaron el FMLN en octubre de 1980, fue fundada el 1 de abril de 1970 por Salvador Cayetano Carpio, más conocido como comandante Marcial.
Oscar Ortiz, un exitoso alcalde de Santa Tecla, también fue un comandante guerrillero de las FPL.
Desde la campaña presidencial, el ahora presidente de la República Sánchez Cerén se comprometió a continuar y profundizar los programas considerados más exitosos de la administración Funes, por eso en su discurso, además de agradecer la presencia de Funes en la ceremonia, expresó: “Este nuevo tiempo comenzó hacerlo realidad nuestro querido Presidente Mauricio Funes, a quien brindo mi más sincero reconocimiento por haber dirigido dignamente la República de El Salvador”.
El Presidente saliente Funes acudió al traspaso de mando, pese a tener en capilla ardiente a su señora madre, quien falleció de forma natural, la tarde del sábado.
Sánchez Cerén, no solo hizo importantes anuncios de su Gobierno, sino que se detuvo para rememorar a importantes personajes en su vida guerrillera, como su compañera de organización y profesión Mélida Anaya Montes (Comandante Ana María) y Schafick Jorge Handal (Comandante Simón).
Pero también tuvo palabras para sus ex adversarios: “Reconozco también a los soldados y oficiales del ejército que murieron en cumplimiento de su deber”.
No dudamos que Salvador será un gran Presidente, como lo fue Mauricio Funes, no dudamos que Oscar será un gran vicepresidente como lo fue Salvador, y no dudamos que el segundo Gobierno de izquierda trabajará con honradez, más austeridad, eficiencia y transparencia.
