Agencias
El Papa Francisco decidió romper el silencio que por siglos reinó en la Iglesia sobre la pedofilia al destituir en un solo día a dos obispos acusados de encubrimiento y anunciar la celebración en julio del primer juicio contra un nuncio por ese crimen.
La primera audiencia del juicio contra el exnuncio apostólico de la República Dominicana, el polaco Jozef Wesolowski, fue convocada para el 11 de julio, anunció oficialmente el Vaticano.
Los delitos por los que será juzgado el exembajador del Vaticano fueron cometidos cuando ejercía el cargo en República Dominicana, entre el 24 de enero de 2008 y el 21 de agosto de 2013. Se lo acusa de abuso sexual a menores en base a pruebas aportadas por testimonios recogidos por las autoridades competentes de Santo Domingo.
Igualmente será juzgado por posesión de material pornográfico con menores, descubierto durante su estadía en Roma, entre agosto de 2013 y el 22 de septiembre de 2014, cuando estaba detenido.
Wesolowski, de 66 años, que ejerció como nuncio en el país caribeño por casi seis años -fue relevado de sus funciones en agosto del 2013- era conocido por mantener relaciones con menores en la llamada ‘zona colonial’, el centro histórico de Santo Domingo, según las denuncias recibidas en el Vaticano.
«El Tribunal podrá apoyarse en la evaluación de las computadoras del acusado, pero también en eventuales formas de cooperación judicial internacional, destinadas a evaluar los testimonios probatorios aportados por la justicia dominicana», explicó en una nota la Santa Sede.
La jerarquía de la Iglesia quiere garantizar un juicio imparcial por lo que adelantó que serán analizadas «con el mayor escrúpulo» todas las pruebas y los análisis presentados. En caso de ser encontrado culpable, Wesolowski podría ser condenado a 6 o 7 años de cárcel.
En junio de este año fue expulsado del sacerdocio por la Congregación para la Doctrina de la fe, el otrora Santo Oficio, siendo la medida más severa contra un prelado.
La primera audiencia del juicio a Wesolowski, quien se encuentra en detención domiciliar en el Vaticano por razones de salud, será pública y es posible que las demás se celebren a puerta cerrada por respeto a las víctimas.
Francisco además forzó la renuncia del arzobispo de Saint Paul y Minneapolis, monseñor John Clayton Nienstedt, y su adjunto, monseñor Lee Anthony Piche, acusados por las autoridades de Estados Unidos de no haber protegido a menores en relación a un sacerdote que fue encarcelado por abusos sexuales.