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Bogotá/AFP
Un histórico encuentro entre líderes de las FARC y exjefes paramilitares, enfrentados durante el conflicto armado en Colombia, se celebró la semana pasada como compromiso con la reconciliación y para respaldar el acuerdo de paz entre esa guerrilla y el gobierno.
La reunión se realizó el miércoles pasado, en la Casa Provincial de los Jesuitas de Bogotá, entre «miembros del Secretariado de las FARC y antiguos comandantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, paramilitares), acompañados por el sacerdote jesuita, Francisco de Roux», indicó en un comunicado el conservador Álvaro Leyva, asesor de las FARC durante los diálogos de paz.
En el encuentro de poco más de tres horas las partes destacaron «el significado y alcance de los acuerdos suscritos entre las FARC y el gobierno» de Juan Manuel Santos, así como «la necesidad de garantizar el cumplimiento de todo lo acordado», según el texto.
Tras cuatro años de negociaciones en La Habana, el gobierno y las FARC firmaron el 24 de noviembre pasado un histórico pacto de paz para poner fin a un conflicto que ha golpeado este país por más de 50 años.
Las AUC, desmovilizadas entre 2003 y 2006, fueron creadas a mediados de 1990 por los hermanos Castaño (Carlos, Fidel y Vicente) para combatir a guerrillas izquierdistas como las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevaristas), último grupo rebelde del país y en diálogos de paz.
Las partes, que protagonizaron cruentos enfrentamientos durante el conflicto, «coincidieron en reconocer que la paz es una obligación y un derecho de todo ciudadano, y que la reconciliación es la máxima aspiración del pueblo colombiano».
«Deponer los odios»
Por las FARC, acudieron a la cita los miembros de su cúpula Iván Márquez y Pablo Catatumbo, y el comandante Jesús Santrich. En tanto, por las extintas AUC asistieron Freddy Rendón Herrera, alias «El Alemán», Edwar Cobos Téllez (Diego Vecino) e Iván Roberto Duque (Ernesto Báez), detalló el comunicado.
Santos, Nobel de la Paz en 2016 por su labor de pacificación en el país, celebró como un acto de paz la fotografía de los exenemigos reunidos que circuló en la prensa local.
«Esa foto me gustó porque eso es la paz. Ya depusieron las armas, y ahora lo que tenemos que hacer es deponer los odios, la sed de venganza, reconciliarnos», dijo a periodistas.
El mandatario calificó de «positiva» la cita, una «demostración de que uno se puede sentar a reconciliarse».
Las dos partes se comprometieron además a «acompañar» al país y al gobierno «en la búsqueda de los caminos que permitan lograr la concordia entre los colombianos» con una paz estable.
Construir la verdad
Según el comunicado, se prevé que el encuentro del miércoles se repita con miras a «la construcción de la verdad, desde los actores del conflicto, como aporte en favor de las víctimas y del interés superior de la paz», agregó.
En la cruenta conflagración interna se enfrentaron guerrillas, paramilitares y agentes estatales, dejando 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados, según cifras oficiales.
Además, el texto destacó la importancia de un «pacto nacional para sacar definitivamente las armas de la política y garantizar el debate de las ideas en democracia».
Las marxistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal y más antigua guerrilla del continente, implementan un pacto de paz con el gobierno de Santos, como parte del cual unos 7.000 ahora excombatientes dejaron las armas el 27 de junio.
