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La Unidad Comunitaria de Salud Familiar Intermedia de Atiquizaya, en el departamento de Ahuachapán, cuenta con un pequeño refugio que alberga a un grupo de mujeres embarazadas que esperan pacientemente las últimas semanas para conocer el rostro de sus bebés.
Se trata del Hogar de Espera Materna, donde se aloja un grupo de aproximadamente ocho mujeres que comparten sentimientos encontrados: la alegría por la nueva vida que llevan en sus vientres y la preocupación por complicaciones de salud que pueden poner en riesgo sus embarazos.
Esta situación es la causa por la que permanecen en esta área de la Unidad Comunitaria para recibir toda la atención médica necesaria hasta la hora del parto y así garantizar el bienestar de ellas y de sus hijos.
Según la directora de la Unidad de Salud, Norma Murgas, la creación de los Hogares de Espera Materna es parte de una estrategia impulsada por el gobierno a través del Ministerio de Salud, para salvar la vida de las madres y sus recién nacidos.
“El Hogar es universal, sus servicios están dispuestos para toda la que así lo requiera, aunque está enfocado más a las mujeres que son de escasos recursos económicos y que tienen difícil acceso geográfico”, aseveró.
A nivel nacional funcionan 21 Hogares de Espera Materna y en el departamento de Ahuachapán se ubican dos, uno en el municipio de San Francisco Menéndez y el otro en Atiquizaya.
Asimismo, entre los servicios que presta se encuentra el alojamiento temporal para mujeres gestantes provenientes de zonas rurales y de difícil acceso, servicios completos de salud durante las semana previas al parto, traslado desde el hogar materno hacia el hospital más cercano para la atención médica respectiva, alojamiento temporal a las mujeres después del parto y a sus recién nacidos y alimentación.
“Junto con el Ministerio de Salud hay un equipo, un comité de apoyo para el Hogar de Espera Materna que es de la localidad, quienes contribuimos para el mantenimiento del hogar, tenemos capacidad para alojar ocho mujeres diarias”, explicó Murgas.
“Tenemos mujeres embarazadas de todos los municipios del departamento, pero con mayor énfasis de Tacuba, Guaymango, Jujutla, que es la parte norte de Ahuachapán, todas provienen de lugares de difícil acceso”, agregó.
Tiempo de albergue
Además, las pacientes se alojan por un periodo de dos o tres semanas en el cual reciben todos los controles médicos necesarios, cuentan con una enfermera las 24 horas del día, ya que el propósito es garantizar un parto seguro.
En los últimos dos años, El Salvador registra la tasa de mortalidad materna más baja en la historia, que lo coloca entre los primeros cinco países de América Latina en salvar vidas de mujeres embarazadas.
Se pasó del 42.3% en 2015, a 27.4 muertes maternas por 100 mil nacidos en 2016.
“Se hacen muchos esfuerzos para contribuir a que este indicador disminuya y colocarnos en el país, como uno de los municipios que más baja muerte aportan, a nivel nacional”, dijo la directora.
“Ellas reciben una consulta pre concepcional, en la cual nosotros evaluamos si esta mujer está apta para quedar embarazada. También cuidamos aquella mujer de riesgo, que, por circunstancias de la vida, son obesas, desnutridas o tienen enfermedades sobre agregadas; tratamos de identificar el cien por ciento de ellas y, de igual manera, tenerlas preparadas para cuando ellas decidan procrear”, comentó.
Ana Gloria Martínez es una de las inquilinas, quien se aloja por segunda vez en esta área, quien dijo que en su primer embarazo sufrió convulsiones, por lo que tuvo que recibir atención de emergencia, ahora prefiere estar en el hogar para garantizar que el parto de su tercer hijo sea seguro.
Murgas informó que en 2016 se alojaron mensualmente 25 a 30 mujeres, cifras que se mantienen en el presente año, y aseguró que día a día trabajan con ahínco para dar calidad y calidez a los usuarios, especialmente a las embarazadas.
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