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Ámsterdam/dpa
Cristiano Ronaldo marcó cuatro goles con Portugal y Robert Lewandowski anotó tres para Polonia.
Pero incluso los mejores delanteros de Europa no ofrecieron sino un aperitivo del partido programado para mañana en la clasificación mundialista: un Holanda-Francia tan repleto de estrellas como de frustraciones.
Tercero en el Mundial de Brasil, Holanda se quedó fuera de la Eurocopa de este año para sorpresa de todos.
Francia, anfitriona del torneo, cayó en la final ante su público derrotada por un gol en la prórroga de Portugal.
Es difícil determinar qué duele más, pero lo que ambos equipos saben es que sólo podrán empezar a superar la decepción clasificándose para el Mundial de Rusia 2018.
Sólo uno de ellos, sin embargo, puede lograr el billete directo para el próximo gran torneo, ya que los segundos clasificados de cada grupo tendrán que ir a una repesca. Por eso el duelo en el Amsterdam Arena es tan emocionante.
Su equipo se impuso el viernes por la noche por 4-1 a Bulgaria, mientras que Holanda batió por el mismo resultado a Bielorrusia. Tras dos jornadas, las dos grandes naciones futbolísticas lideran el Grupo A.
El seleccionador “bleu”, Didier Deschamps, sigue apostando por el equipo de la Eurocopa, que a excepción de la final ante Portugal hizo un muy buen torneo.
Las nuevas caras entran sólo puntualmente, aunque ante Bulgaria destacó el delantero del Atlético de Madrid Kevin Gameiro, que volvía al equipo por primera vez desde 2011 y marcó dos goles.
Los holandeses, por el contrario, han reconstruido el equipo y todos tienen una oportunidad. El nuevo jefe de la defensa es Jeffrey Bruma, del Wolfsburgo, y dos de los cuatro goles ante Bielorrusia los marcó Quincy Promes, del Spartak de Moscú y un jugador hasta ahora poco conocido internacionalmente.
Las últimas viejas estrellas que permanecen en el equipo son Arjen Robben, del Bayern Múnich, y Wesley Sneijder, del Galatasaray. Los dos estarán ausentes mañana por lesión.
