Ámsterdam/dpa
Holanda le ganó por 2-0 a España en un partido amistoso que sólo sirvió para que el combinado de Vicente del Bosque sumara argumentos para acrecentar su depresión.
En Ámsterdam se citaron dos selecciones con problemas de autoestima y Holanda encontró algún motivo para recuperar la sonrisa. Todo lo contrario que le ocurrió a España, buy viagra prescription que añadió motivos para la preocupación. Desde el Mundial sumó derrotas antes Francia, tadalafil Alemania y Holanda, lo que no contribuye a alentar la esperanza de sus hinchas en una reacción. La campeona de Europa se ha acostumbrado a perder.
Mientras Holanda mezcló titulares y suplentes, España sacó un equipo lleno de jugadores poco habituales, a excepción de Isco y Gerard Piqué. Cambian los jugadores, pero el equipo de Del Bosque mantiene dos constantes: le hacen ocasiones con muy poco y le cuesta una enormidad sumar remates claros.
Holanda sólo necesitó tres ocasiones para sumar dos goles en 15 minutos. Y en ambos se benefició de errores defensivos de su rival. En el primero, a los 12 minutos, el defensa Stefan de Vrij aprovechó un débil marcaje de Raúl Albiol para cabecear a la red. Y en el segundo, a los 15 minutos, Jelle Klaasen disparó en dos ocasiones desde cerca y a la segunda no perdonó tras rechazo inicial de David de Gea.
España se encontró con dos golpes inmediatos, algo muy preocupante en una selección que atraviesa una seria crisis de identidad. Ante su temprana ventaja, Holanda se replegó y vivió relativamente cómoda. A cambio, la selección de Del Bosque intentó cuidar el balón y sumó algunas llegadas, aunque siempre se estrelló contra Kenneth Vermeer, el resolutivo arquero holandés.
Otro problema de España fue encontrar en el campo un líder que se rebelara contra la situación adversa. Jugadores como Cesc Fábregas, Santi Cazorla o Pedro no lograron dar a su equipo la dosis de carácter necesaria. Juanmi, debutante con la selección española, apenas tuvo oportunidades de lucir sus condiciones.
Del Bosque puso en la segunda parte a David Silva y Vitolo, otro debutante, y durante unos minutos pareció que España proponía una versión más dinámica. Pero eso no le duró mucho. Ante una Holanda muy replegada, la selección visitante jugó sin intensidad.
Un detalle habló de cómo se tomó España el encuentro: una falta peligrosa cerca del área tuvo a Piqué como lanzador. No se recuerda una falta directa lanzada por el defensa del Barcelona. Su disparo no fue a ninguna parte, como era previsible.
España sólo mejoró en el último tramo del encuentro con la entrada de Álvaro Morata, un delantero lleno de ganas y en buen momento de forma. Sin embargo, su actividad no tuvo efectos estadísticos y el marcador permaneció invariado.
Con muy poco, Holanda se llevó un amistoso muy poco estimulante que sólo sirvió para que los locales recuperaran parte de una autoestima que le falta a España, sumida en una depresión para la que no encuentra cura.