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Río de Janeiro/AFP
Holanda humilló a España 5-1 este viernes en el Mundial Brasil-2014 y se tomó una revancha de la caída en la final de Sudáfrica-2010, clinic mientras México y Chile lograron un triunfo prometedor, click en una jornada con los árbitros en el centro de la escena.
Ni punto de comparación entre una final y el partido inicial de un Mundial, pero los naranjas avisaron el viernes que darán dura pelea en esta cita máxima y los españoles mostraron que puede haber comenzado el inevitable declive de una generación estupenda.
Para colmo, Chile venció con autoridad 3-1 a Australia en la caliente ciudad de Cuiabá y le complicó la vida aún más a los españoles.
El equipo sudamericano que dirige el argentino Jorge Sampaoli sueña con colarse entre dos colosos y dar el golpe en el Grupo B, uno de los más complicados del torneo.
Además de una sólida actuación, la escuadra roja sudamericana recuperó a Arturo Vidal, un jugador clave por su temperamento.
España y Chile se enfrentarán en la próxima fecha, en un duelo casi decisivo para los europeos, mientras que Holanda puede encaminar su clasificación si vence a Australia en la segunda jornada.
Los delanteros holandeses Robin van Persie y Arjen Robben, con dos goles cada uno, armaron un carnaval en el Arena Fonte Nova de Salvador de Bahía donde los españoles, especialmente el portero Iker Casillas, fueron humillados como pocas veces en esta exitosa etapa liderada por el entrenador Vicente Del Bosque.
La contundente victoria tiene valor extra para Holanda porque de concluir primero en el Grupo B, evitaría en octavos de final a Brasil, en caso que el anfitrión gane el grupo A.
Holanda tiene urgencias porque carga con tres finales con derrotas, la más reciente con España en Sudáfrica-2010, y antes en Argentina-78 frente al local, y en Alemania-74, también ante el anfitrión, lo que supone un duro palmarés para la Oranje.
Sin tanta pompa, México dio un paso este viernes para aspirar a octavos de final del Mundial-2014 al derrotar 1-0 a Camerún.
Bajo una lluvia torrencial en Natal (noreste de Brasil) que provocó inundaciones en la ciudad, el combinado azteca superó un duro escollo y se
ubicó segundo con una menor diferencia de goles detrás de Brasil, el gran favorito del Grupo A, que ganó en la jornada inaugural 3-1 a Croacia.
En Brasil-2014, el equipo dirigido por Miguel ‘el Piojo’ Herrera quiere romper el estigma que azota a los mexicanos desde hace varios mundiales de no pasar de octavos de final.
México enfrentará el martes próximo a Brasil en Fortaleza por la segunda fecha del Grupo A, mientras que Croacia y Camerún jugarán un día después en Manaos.
Arbitrajes polémicos
No sólo Van Persie, Roben y Neymar, autor de dos goles en el triunfo de Brasil 3-1 ante Croacia, son protagonistas tempranos en el Mundial, también
los árbitros están dando la nota. Y en el fútbol se sabe que cuando se habla mucho de los colegiados, algo no anda bien.
Todo comenzó con un inexistente penal que árbitro japonés Yuichi Nishimura cobró a favor de Brasil y que Neymar transformó en gol en el minuto 71, por una supuesta falta de Dejan Lovren sobre Fred, ante los reclamos generalizados de los croatas.
“Si alguien vio penal en cualquier parte del estadio que levante la mano. Yo no puedo levantarla, no lo vi, fue un penal ridículo”, se quejó amargamente el entrenador croata Niko Kovac.
Sin embargo, la FIFA defendió al colegiado alegando que “estaba bien situado” cuando marcó la pena máxima, según el jefe de árbitros del organismo, el suizo Massimo Bussacca, y rechazó acusaciones de un supuesto favoritismo hacia Brasil, anfitrión del Mundial.
Fred consideró por su parte que el penal “fue claro” y señaló que “no le van a quitar el brillo a nuestra victoria que fue muy merecida”.
El mexicano Giovanni Dos Santos pudo haber festejado por partida doble ante Camerún en el país de su padre, el también futbolista Geraldo Francisco Dos Santos ‘Zizinho’, pero el árbitro colombiano Wilmar Roldán no se lo permitió al sancionar primero un dudoso fuera de juego y luego un remate de cabeza que aún el jugador no sabe porqué no fue validado.
Sin embargo, la polémica no le importó a Brasil, que ha iniciado su marcha en busca de una sexta corona, la primera en casa, tras la afrenta que le hizo Uruguay en el estadio Maracaná, en 1950.
