Salvador/Brasil/dpa
La selección española de fútbol arrancó hoy en Brasil su defensa del título mundial con una inesperada derrota de 5-1 ante Holanda que situa a la campeona en un escenario más que delicado de cara a seguir adelante en el torneo.
La de hoy fue la segunda mayor goleada sufrida España en la historia de los Mundiales tras el 6-1 contra Brasil en 1950. Hacía 64 años que España no perdía por un marcador comparable.
España se adelantó con un gol de penal de Xabi Alonso (27′), pero Holanda impuso su superioridad táctica para voltear el marcador con los tantos de Robin van Persie (45′), Arjen Robben (53′), Stefan de Vrij (64′) y de nuevo Van Persie (72′) y Robben (80′).
El seleccionador holandés, Louis van Gaal, diseñó un plan maestro para ahogar a los centrocampistas españoles, que fueron una máquina de perder balones. El resto lo hicieron los sustanciales regalos de la defensa española, incluyendo al arquero Iker Casillas. Así completó Holanda su «venganza» más salvaje e inesperada en la reedición de la final del Mundial de hace cuatro años.
España jugó con Diego Costa como delantero. El punta, que renunció a jugar con Brasil, fue abucheado cada vez que tocó el balón y notó el peso del ruido. El fracaso español fue colectivo e individual.
En la primera parte, España intentó llevar el peso del encuentro, aunque eso no pareció importarle a Holanda. De hecho, suya fue la primera ocasión del encuentro, con un mano a mano de Wesley Sneijder que le ganó Casillas.
Al equipo español pareció pesarle el debut en los primeros instantes y nunca logró enchufarse al encuentro. Pero siempre le queda el talento. De un prodigioso pase de Xavi Hernández nació el primer tanto español.
El jugador del Barcelona vio el desmarque de Costa y le filtró un balón medido. El delantero recortó y cayó en el área ante De Vrij. Un penal protestado por Holanda que Alonso transformó en gol.
Entonces el equipo «oranje» dio un paso al frente, sus laterales se incorporaron a la medular y pasó a ganar la posesión, justo cuando se esperaba que ésta fuera propiedad española para intentar defender el marcador con mayores garantías.
El momento clave de la primera parte ocurrió en el último minuto. Del posible 2-0 español se pasó al empate. Primero, Iniesta puso un balón de fantasía a David Silva, que intentó resolver poniendo el balón sobre el arquero holandés, pero Jasper Cillessen ganó el mano a mano.
Fue una oportunidad perdida que España pagaría muy caro, porque en la siguiente jugada marcó Holanda. Daley Blind puso un balón largo desde la banda izquierda en un lanzamiento aparentemente inofensivo. Sergio Ramos midió mal y Van Persie le ganó la espalda. Lo siguiente fue una genialidad del punta holandés, quien conectó un cabezazo lleno de habilidad para situar las tablas al descanso.
La segunda parte fue un calvario para los españoles. Si en el primer gol erró Ramos, en el segundo Gerard Piqué asumió su cuota de responsabilidad. Blind centró otra vez a la espalda de los zagueros, Robben bajó el balón con calidad y el extremo marcó en el mano a mano con Casillas. A Robben no le ocurrió esta vez lo mismo que en la final de 2010 y ganó el duelo al arquero español.
Del Bosque vio que el escenario merecía una respuesta inmediata y puso en el campo a Pedro y Fernando Torres. Fue un suicidio ante los galgos holandeses. España pasó a jugar con un solo centrocampista de contención, Busquets, y fue arrollado.
El tercer gol de Holanda terminó de aniquilar a España. Ocurrió en un balón llovido al área y con una probable falta de Van Persie a Casillas en su salida. El caso es que marcó De Vrij para sepultar a su rival.
Lo que le quedó a España fue un desesperado ejercicio de ineficacia con ninguno de sus líderes ejerciendo como tales. Tampoco encontró esa referencia bajo el arco, donde Casillas regaló el cuarto gol holandés. El capitán español controló muy mal un balón sencillo y lo dejó franco para que Van Persie marcara a portería vacía. Casillas, tantas veces salvador de España, quedó en muy mal lugar.
Y a 10 minutos del final llegó el quinto golpe de martillo para España. Robben inició una carrera desde su campo, Casillas midió muy mal en su salida, Ramos también y el extremo del Bayern completó su «doblete».
España comenzó el Mundial de una forma inimaginable y su nuevo escenario es casi trágico: ni siquiera ganando a Chile y Australia tendría garantizada la clasificación. Y si pasa como segunda de grupo, el probable rival sería Brasil.
Holanda arrolló con un plan maestro y España comenzó su defensa del título con una pesadilla. Se avecinan días duros para la gran dominadora del fútbol mundial en los últimos seis años.