Por Alexandre Grosbois/Sabine Wibaux
La Habana/AFP
El presidente francés François Hollande pidió el fin del embargo estadounidense sobre Cuba, order durante una histórica visita a la isla comunista, pharm la primera de un jefe de Estado occidental tras el deshielo entre Washington y La Habana en diciembre.
«Vengo en un contexto particularmente importante pero todavía incierto», doctor dijo Hollande, el primer presidente francés que visita Cuba desde su independencia en 1898, en un discurso en la Universidad de La Habana.
Francia hará lo posible para contribuir a que «la apertura pueda ser confirmada, que las medidas que tanto han perjudicado el desarrollo de Cuba puedan ser finalmente anuladas, suprimidas», agregó aludiendo al embargo estadounidense que pesa sobre la economía cubana desde 1962.
«Ustedes saben que siempre ha sido la posición de Francia el levantamiento del embargo que traba el desarrollo de Cuba», expresó el presidente francés.
Todos los años desde 1991 Francia ha votado a favor de la resolución que exige el levantamiento del embargo en la Asamblea General de la ONU.
Antes del discurso en la Universidad, Hollande impuso la Legión de Honor al cardenal Jaime Ortega, quien se ha convertido en un interlocutor político del gobierno cubano, lo que ha permitido la liberación de presos políticos.
En una ceremonia efectuada en la residencia del embajador francés en La Habana, Jean-Marie Bruno, Hollande saludó «lo que el cardenal ha hecho por y con su país».
«Usted ha consagrado su vida como hombre de Iglesia. Usted ha hecho también una suerte de apaciguar, de encontrar soluciones a veces. Esto no es necesariamente fácil. Usted continúa favoreciendo la apertura de Cuba, además habrá la visita del papa Francisco a Cuba» en septiembre próximo, señaló el presidente francés.
Paseo por el malecón
Al mediodía Hollande inauguró el Palacio Gómez, la nueva sede de la Alianza Francesa en La Habana, donde están inscritos más de 10.000 alumnos.
El mandatario rompió el protocolo en una caminata improvisada en medio de una multitud por el Paseo del Prado, una de las avenidas más tradicionales de la capital.
A pesar del calor, numerosos cubanos se acercaron a saludarlo y tomarle fotos, bajo la atenta mirada de un doble cordón de seguridad cubano y francés, sin impedir su contacto con la muchedumbre.
Reunión con Fidel
Al fin de la jornada, el presidente socialista francés reveló que había tenido un encuentro con el padre de la revolución cubana Fidel Castro, un privilegio inusual para un jefe de Estado occidental. Esta reunión a puertas cerradas duró unos 50 minutos, según el Elíseo.
«Tenía adelante mío un hombre que ha hecho historia. Hay evidentemente debates sobre el lugar que ocupa, sus responsabilidades, pero viniendo a Cuba yo deseaba reunirme con Fidel Castro», expresó, explicando que a pesar de sus 88 años el Comandante en Jefe «habló mucho».
Primer jefe de Estado occidental que visita Cuba tras el anuncio del deshielo entre la isla y Estados Unidos, Hollande dijo ante la comunidad francesa residente que había «deseado vivir este momento histórico».
«Tenía adelante mío un hombre que ha hecho historia. Hay evidentemente debates sobre el lugar que ocupa, sus responsabilidades, pero viniendo a Cuba yo deseaba reunirme con Fidel Castro», expresó, explicando que el Comandante en Jefe «habló mucho».
Encuentro con Raúl
Al final de la tarde el presidente francés también sostuvo un encuentro con su homólogo Raúl Castro, quien sucedió a su hermano Fidel en 2006. Ambos hablaron brevemente ante la prensa en una atmósfera cordial, antes de conversar privadamente.
Los presidentes abordaron «la idea de reforzar la colaboración Francia-Cuba en el respeto al ritmo e identidad de cada uno», dijo una fuente del Elíseo tras el encuentro, al que siguió una cena oficial.
«Raúl Castro destacó la idea de que Francia pueda tener un papel de primer plano en la relación entre Cuba y la UE, en la perspectiva en particular de la cumbre UE-Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) a mediados de junio en Bruselas, en la que Raúl Castro participará», añadió.
Francia se ha posicionado en primera línea en el acercamiento iniciado en abril de 2014 entre la UE y La Habana, que las dos partes esperan sellar antes del fin de año con un acuerdo.
Hollande quien dio un «golpe» diplomático a otros jefes de Estado occidentales seducidos por las perspectivas de una apertura en Cuba, tuvo cuidado de evitar todo roce en este viaje, en el curso del cual no tuvo encuentros con disidentes.
Según una fuente del Elíseo, el presidente francés no ha recibido información de ningún caso de presos políticos en la isla, mientras que Amnistía Internacional ha registrado al menos uno después de los 53 liberados en el marco del acercamiento con Washington en diciembre.
Varios acuerdos firmados
Al mediodía Hollande inauguró el Palacio Gómez, nueva sede de la Alianza Francesa en La Habana, que tiene más de 10.000 alumnos. Luego hizo una caminata por el Paseo del Prado, una de las avenidas más tradicionales de la capital. A pesar del calor numerosos cubanos se acercaron a saludarlo y tomarle fotos.
Después de la cena ofrecida por Raúl Castro, Hollande hizo un paseo nocturno por las calles adoquinadas de La Habana Vieja.
Décimo socio económico de la isla, Francia quiere ampliar su presencia en el mercado cubano y no dejar pasar el tren de la apertura económica.
Varios acuerdos fueron firmados en esta gira, pero Hollande destacó que deseaba sobre todo ayudar a Cuba a desarrollarse y aprovechar su influencia en la región.
«No hemos venido a hacer negocios», insistió. «Hemos venido para, junto con los cubanos, hacer un desarrollo económico que pueda ser útil a Cuba, a Francia y a la zona del Caribe».
Además, Hollande abordó con las autoridades cubanas la conferencia de París sobre clima (29 de noviembre al 1 de diciembre), en la que Francia promueve un acuerdo sobre emisiones de gases de efecto invernadero.