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Hace 329 días que el Colectivo de Defensa de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en El Salvador, permanece al pie del cañón, y no deja que la historia pase desapercibida para héroes como Rafael Arce Zablah, quien cayó en combate el 26 de septiembre del 1975.
Este fin de semana se rindió un homenaje a Arce, considerado héroe de la revolución salvadoreña.
“Lito” como era conocido por sus compañeros de lucha, nació en Usulután en 1951, en una familia de clase media. Era hijo de un oficial del ejército, el coronel Rafael Arce Zablah, además, estudió secundaria en el Liceo Salvadoreño y fue el primer bachiller en 1969.
Su infancia la pasó en San Salvador donde al crecer participó en los grupos de jóvenes cristianos progresistas destacando por su liderazgo e inteligencia.
La historia lo señala que fue uno de los fundadores del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), luego de que en 1970, con la Juventud Demócrata Cristiana y estudiantes universitarios habrían formado parte de “El Grupo”, un núcleo clandestino político militar.
Como todo joven con sueños libertarios y de superación inició sus estudios en Economía en la Universidad de El Salvador (UES), y en 1972 pasa a la clandestinidad como miembro de la dirección del ERP.
Foto Diario Co Latino/Cortesía
Su trabajo en la Universidad da como resultado la formación del Comité de Representantes de Áreas Comunes (CRAC).
Pero también luchó por una reforma universitaria junto a otros jóvenes que serían claves en las direcciones de las diferentes organizaciones armadas: Felipe Peña, Lil Milagro Ramírez, Francisco Jovel (Roberto Roca), y Jorge González, entre otros.
La “CRAC” luchaba desde la universidad. Uno de los líderes fueron madurando sus posiciones políticas en función del cambio social y se fueron vinculando a organizaciones de obreros, campesinos, maestros, ampliando con ello su lucha.
Según recuerda un compañero de Arce “todos participábamos en las discusiones y debates colectivos; pero quien tenía más facilidad para escribir era Arce. Entonces, terminada la discusión, con todos los planteamientos, se lo pasamos a él y le decíamos “Lito, escríbela vos”.
Y así es como del intercambio de pensamientos con intelectuales y organizaciones revolucionarias del sur, se produjeron tres documentos.
El Grano de Oro (sobre la formación económica social de la sociedad salvadoreña), Fascismo y Revolución (sobre la caracterización del período y el proyecto revolucionario) y ¿Es tu Arma el Voto? (sobre la vía de la revolución).
A Arce le quedó un proyecto pendiente escribir sobre el programa revolucionario, del cual había hablado con un compañero la noche antes de su muerte.
“Arce Zablah era un joven muy sencillo y humilde pero para escribir y defender sus posiciones políticas era muy contundente”, recuerdan.
El ERP fue creado en 1972, al unirse tres grupos de revolucionarios en una organización tipo federativa.
Recuerdan la anécdota de esta organización cuando recuperó las primeras armas, dos fusiles G3, de unos Guardias Nacionales frente al Hospital Bloom.
Y, tras esa operación, surge la famosa consigna del “Ejército Revolucionario del Pueblo ¡La guerra de los pobres ha comenzado, la paz para los ricos ha terminado!” Y “El poder nace del fusil”.
Después de esto -un año después- Rafael fue enviado a Guatemala a entrenarse militarmente, participando en operaciones con la FAR.
Al regresar a su país fue designado al trabajo en Oriente donde se dedicó a formar núcleos guerrilleros.
El 26 de septiembre se realizó la toma de la Villa El Carmen, en la Unión, y se logró rápidamente el objetivo de tomar la población y eliminar la Guardia Nacional y la Defensa Civil.
Sin embargo, en la retirada hubo un combate, y fue ahí donde cayó “Lito” junto a otros dirigentes del ERP.
Arce Zablah no pudo ver la fundación del FMLN, pero su compromiso y ejemplo permaneció en la historia revolucionaria de esta fuerza de izquierda.
Y hoy a 45 años de su muerte celebran el legado de Arce Zablah,un legado lleno de sencillez, diligente estudio de la realidad y la teoría revolucionaria y, sobre todo, entrega total a su pueblo.
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