“marzo Salvador es Poesía y verdad”
Patricia Meza
@DiarioCo Latino
Cada domingo las canciones de Joan Manuel Serrat formaban parte del repertorio que amanecía escuchando el poeta Salvador Juárez, a quien este domingo 31 de marzo la Asociación Kuskatan, la familia y amigos decidieron celebrar la vida y obra del “Poeta del Pueblo”, quien nació un 9 de marzo de 1946, en Apopa.
En la “Terraza de Claudia”, ubicada en la novena calle poniente, de la colonia Escalón, entre canciones y lectura de poemas se recordó la poesía de Juárez, su forma de ser y su legado que es necesario mantener vivo, para que su palabra y su caminar por este mundo empuñando la pluma y el papel no se olvide.
“El poeta del pueblo” siempre estuvo al lado de la gente, su poesía sencilla estaba llena de pequeñas cosas de la vida, de la lucha que se libraba en el país por una sociedad más justa, su palabra muchas veces era una verdad que dolía.
Calificado como un hombre probo, sencillo, humilde, bromista, enamorado de la vida y su familia demostró que la poesía podía matizar elementos bucólicos, políticos, sociales, económicos, pero llenos de amor por su pueblo.
En el recital “marzo Salvador es Poesía y Verdad”, todos los presentes, en algún momento trajeron a la memoria la imagen de “Chamba Juárez” caminando por la calles con su portafolio negro cargado de documentos y realidades, su impecable guayabera blanca y la sonrisa a flor de piel.
Iván Escobar, como representante de la Junta Directiva de la Asociación Cultural Kuskatan, señaló “me es grato ver cómo se valora y rescata la memoria de un poeta de la talla de Salvador Juárez”.
Y agregó “él es un referente para nosotros y futuras generaciones, como asociación estamos interesados en el rescate de trabajos como los dejados por el poeta del pueblo. Damos gracias a la familia por hacernos parte de este hermoso homenaje, y en el cual celebramos la poesía”.
Durante este homenaje le entregaron a la familia una antología de Salvador Juárez, la que refleja su obra y trabajo, que fue escrita por Martha Arias, docente universitaria y quien forma parte de la Asociación Cultural Kuskatan.
La familia agradeció el gesto y dijo sentirse triste al recordar al poeta Juárez, pero esta tristeza se convertía en alegría, ya que es importante mantener vivo al poeta Juárez con su palabra.
“A donde esté mi padre en este momento está feliz y escribiendo”, dijo Claudia Juárez, hija del poeta, al referirse y recordar a su papá.
Los poetas que asistieron al homenaje y rindieron tributo a Juárez son: Aquiles Mendoza, Roberto Mendoza, Enoc Rivas, Mauricio Urrutia, José Roberto Ramírez, Noemy Anaya Rubio y José Eliseo Orellana (cantautor).
Entre los poemas que recitaron y que conmovieron a los asistentes están “Puro Guanaco”, “Obdulio Ramos”, “No estoy en ruinas”, “Quién dijo silencio”, “llueve”, “La cara triste de la estatua”, “Tres mujeres”, entre otros.
Al finalizar este encuentro quedó claro que “cuando la poesía quiso representar la vida, la muerte, la realidad, la lucha, la familia y otros abatares de la vida, le dijo a Salvador Juárez esa es tu misión, en el país de los guanacos”.
PURO GUANACO
Hoy me dijeron que la puesía nuestra es pura mierda,
que no hay tales puetas en este país rascuache
que más parece un arrimado a la humanidá que otra cosa.
Y me lo dijeron así como para llevarme de encuentro.
Hasta le rechinaban los dientes
al fulano que entonces hablaba con sus ojos, diciéndome:
«Vaya, vos, defendete, decí algo, apostá tu alma
y verás si no te vas derechito al infierno.
Decí si no es cierto que a ustedes les hace falta
la suerte que a otros les abundó en Italia, en Grecia, en Francia…
Ya me imagino cómo se verían con la corona de laurel de Petrarca
y cómo charranganearían la cítara en el Olimpo
y cómo menearían los jaiboles en las recepciones diplomáticas
en donde Darío estuvo a través de su marcha triunfal por esta vida.
¡Ah igualados, ustedes están pior que nuestros futbolistas, aguacateros,
que cómo suspiran cuando ven que en los diarios
se habla a grandes titulares de Pelé y Kubala;
se les figura que son ellos, semejantes pelados
que nos han hecho perder la cara de vergüenza en los mundiales!
¡Ah babosos! ¡Si aquí no hay algo que valga la pena!
¡Ni científicos, ni técnicos, ni pintores, ni periodistas, ni nada!
Por último, los ladrones que podrían levantar cabeza por nosotros
son unos aprendices,
gáunsteres de a peseta que a la vuelta de la esquina
los está agarrando la cuilia con su gran botín
(un monedero con tres pesos y treinta centavitos),
sólo para darles una gran pijiada por pendejos.
¡Imaginate si no estamos para el tigre!
¡Y todavía aparece un aludo de ustedes
escribiendo que El Salvador ocupa en Latinoamérica:
el primer lugar en poesía,
el segundo en cuento,
el tercero en teatro,
y por último empatado en novela con Colombia y Argentina!
No creés que ya es tiempo de dejarse de tanto mambo,
que le digan de una vez por todas a la majada salvadoreña
que mejor se busque otro mapa;
que ya es mucho joder también con la enganchada que nos han dado
de que el Himno Nacional es el más cachimbón del mundo
después de la Marsellesa;
que se hagan así,
oí a Guillermo Tell
y te cagarás de la risa
al oír el mismo tara ra ta ta ta tata tan…
Pero ahí vamos, Juan vendeme la conserva,
o como dicen también “¿A dónde vas Vicente?,
¡adonde va toda la gente!”….
No hombré, si es cierto que por algo nos dicen Guanacos
no crean que todos estamos en pañales.
No somos tan dialtiro
chocos ni sordos, pues el hecho de que a veces
no decimos ni cuío cuando nos quieren meter goles
en todos los campos de la vida,
no significa que no sepamos quiénes son los contrincantes
ni quiénes son los réferis de este país,
que para qué seguir, si ya estamos hasta aquí
de tanta paja en los cafetines,
en los periódicos, en la radio, en la televisión,
en todos los lugares donde siempre hay un periquito,
feliz con su masita en el piquito…
Sí, pueta, para qué seguir,
si ya se me está yendo la lengua hasta bien lejos
y vos sabés que las paredes oyen
y no vaya a ser el diablo que mañana amanezca todo aserenado
por estar hablando babosadas,
que como dicen por ái “machete estate en tu vaina”,
que es lo mismo echate al lomo tu misma sombra.
No, pueta, no le busquemos tres pies al gato.
Mejor recitemos “Un rancho y un lucero” de Espino,
que nada nos cuesta;
o cantemos “El carbonero”,
pues al fin y al cabo el que canta su mal espanta….»
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