TeleSUR
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, afirmó recientemente que su Gobierno condena todo tipo de negociación entre narcotraficantes y políticos, y denunció que está en marcha un plan para destruir su gobierno «socialista y democrático».
Asimismo, ratificó que la paz y la seguridad interior de la República está en riesgo y precisó que se está gestando un nuevo golpe de Estado que el pueblo debe repeler.
“El plan para destruir mi gobierno socialista y democrático está en marcha”, dijo la mandataria hondureña, al tiempo que precisó que “las fuerzas oscuras de 2009 con la mediática nacional e internacional se reorganizan” para disponer el Golpe.
“El plan de solución contra el crimen y ejecución demuestra nuestro compromiso político a favor de la extradición, pero no permitiré que se instrumentalice selectivamente el tratado vigente con Estados Unidos para desarticular las fuerzas armadas, derrocar mi Gobierno y destruir las elecciones (previstas para 2025)”, subrayó la mandataria.
En este contexto, la presidenta Castro exigió al Ministerio Público actuar de inmediato e independientemente de quién sea.
En medios locales de Honduras se publicó un video fechado en 2013 en el cual se da cuenta de una reunión entre narcotraficantes y el cuñado de la presidenta Xiomara Castro, Carlos Zelaya, en el cual supuestamente se entregaría dinero para la campaña electoral del ahora partido oficialista Libertad y Refundación (Libre).
El expresidente hondureño Manuel Zelaya, quien fue derrocado en un golpe de Estado en 2009, reaccionó por su parte y condenó la reunión entre su hermano y narcos, pero afirmó que nunca se recibió dinero.
Por su parte, el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, informó sobre todos los casos de narcotráfico que están abiertos para investigación en los tribunales de Estados Unidos sin aplicar ninguna selectividad.
Sánchez mencionó los 26 casos del Partido Nacional entre los que se encuentran Juan Orlando Hernández, condenado a 45 años de cárcel “por convertir a Honduras en un narcoestado” y Juan Antonio Hernández, condenado a cadena perpetua.