Noe Leiva/Henry Morales Arana
Tegucigalpa/AFP
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Honduras concluyó este lunes el conteo de votos de las convulsas elecciones del 26 de noviembre, con la ventaja del presidente Juan Orlando Hernández ante opositor Salvador Nasralla, aunque sin proclamar oficialmente al ganador.
«Ahora terminamos esta fase de conteo», dijo al finalizar el escrutinio el presidente del TSE, David Matamoros, quien señaló que Hernández tenía el 42,98% de los votos y Nasralla el 41,39%, cuando faltaba por subir el resultado de 18 de las 1.800 actas al sistema de cómputo.
El conteo proyecta como vencedor de los comicios a Hernández, un político derechista de 49 años, quien pudo competir gracias a un polémico fallo judicial que avaló que postulara a la reelección, lo que la Constitución prohíbe.
Sin embargo, la autoridad electoral admitió que podrían aceptar la demanda opositora de revisar más de 5.000 actas que a su juicio presentan problemas.
La posibilidad de un nuevo mandato ha desatado la furia de simpatizantes de Nasralla, de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura, quienes alegan «fraude» y «robo» de la elección y han chocado con policías y militares con saldo de una joven mujer muerta.
Espera continúa
Matamoros explicó que la proclamación del próximo presidente puede llevar unos 22 días, debido a que tras el conteo de votos viene una fase de impugnaciones que debe cumplirse, según la ley.
Además, continúa el escrutinio de votos para 128 diputados del Congreso, autoridades de 298 municipios y 20 diputados del Parlamento Centroamericano.
«Hacemos un llamado a todos los candidatos y a todos los partidos de que Honduras es primero», dijo Matamoros al pedir calma ante la complicada coyuntura por el lento y complicado recuento electoral, que llevó a escenas de vandalismo y saqueos a comercios.
El partido de Nasralla, de 64 años, acusa al gobierno de cometer un fraude electoral en contubernio con el TSE.
Sin embargo, Matamoros aseguró este lunes que ningún partido o candidato ha presentado actas con resultados diferentes a los que ha divulgado el tribunal.
Posible revisión de actas
Anunció que el TSE está anuente a revisar más de 5.000 actas que exigen Nasralla y Manuel Zelaya, el expresidente derrocado en 2009 y coordinador de la alianza.
«Ellos (la oposición) han planteado la revisión de esas actas y nuestro compromiso sigue abierto de revisar esas actas», prometió el magistrado presidente.
El TSE terminó la madrugada del lunes el conteo de los votos con la revisión de 1.006 actas con inconsistencias como errores en las sumas, falta de firmas, pese a las protestas de la Alianza que exigía la revisión también de más de 5.000 actas.
Zelaya dijo a la AFP que tienen dudas al haber sido ingresadas al sistema de cómputo después constantes interrupciones, una de cinco horas, a partir de la cual Hernández tomó ventaja en el conteo de votos.
Diez horas después del cierre de las urnas, Matamoros había anunciado el primer informe de los resultados con cinco puntos de ventaja de Nasralla con el 57% del total de las actas.
Augusto Aguilar, expresidente del TSE, dijo en UneTV que en más de 90 observaciones electorales que hizo en América Latina nunca vio revertirse una tendencia de cinco puntos con más de 50% de las actas contadas.
Consideró que 5.000 actas entraron en forma «irregular» durante las interrupciones, y que «por arte de magia dieron la victoria al candidato del gobierno».
Miles de opositores salieron a las calles sonando cacerolas en todo el país, a reclamar la victoria de Nasralla, durante la noche del domingo y madrugada del lunes, desafiando el toque de queda nocturno vigente desde el viernes.
«Fuera JOH», gritaban los manifestantes por las iniciales del presidente hondureño, tocando equipos de sonido a alto volumen con música de la campaña de la Alianza en diferentes vecindarios de la capital.
«Nasralla ha obtenido el triunfo y no se lo quieren reconocer, los nacionalistas tienen que aprender a perder pero están encaprichados» el gobierno, dijo a la AFP Dunia Duarte, de 38 años, una rubia dueña de un salón de belleza, en la protesta de cacerolas en la colonia Santa Anita, oeste de Tegucigalpa.