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Quito/AFP
Ecuador y Honduras anunciaron el jueves la plena normalización de sus relaciones diplomáticas, prescription prostate tras cuatro años de distanciamiento por el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009, viagra durante una cita presidencial en Quito.
El mandatario ecuatoriano, sovaldi Rafael Correa, y su homólogo hondureño, Juan Orlando Hernández, designaron nuevos embajadores a casi un año de haber iniciado los acercamientos para poner fin a la crisis diplomática.
«Qué bueno poder normalizar totalmente nuestras relaciones diplomáticas», expresó Correa, con motivo de la visita de Hernández.
Ecuador nombró a la legisladora oficialista Irina Cabezas como su nueva embajadora en Tegucigalpa, mientra Mayra Falck Reyes fue designada en la embajada hondureña en Quito.
Las nuevas representantes diplomáticas asistieron al encuentro privado entre los dos presidentes en el céntrico Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo.
«Aquí está la nueva embajadora, quien nos va a ir a representar a Tegucigalpa», dijo el mandatario ecuatoriano en declaraciones divulgadas por el periódico digital del gobierno El Ciudadano.
Al referirse a Falck Reyes, Correa agregó que es un «gusto tenerla aquí. Bienvenida, siéntase como en su casa».
En junio de 2009, Zelaya fue derrocado por un golpe de Estado propiciado por una alianza de militares, empresarios y políticos de derecha.
Entonces, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), que integra Ecuador, decidieron retirar a sus embajadores en protesta por la caída de Zelaya.
Ecuador desconoció al gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti, que se instaló tras el golpe, y el de Porfirio Lobo (2010-2014), elegido en comicios organizados por el régimen que tomó el poder en Honduras.
A raíz de esto último, Tegucigalpa retiró a su representante en Quito.
El 9 de mayo de 2013, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, firmó en Tegucigalpa un memorándum de entendimiento sobre consultas políticas, que puso fin al distanciamiento diplomático.
Hernández sucedió a Lobo en el poder por un período que concluirá en 2018.
