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Tegucigalpa/AFP
Cientos de hondureños protestaron frente a la sede del Tribunal Supremo Electoral (TSE) contra la inscripción del presidente Juan Orlando Hernández como aspirante presidencial para las elecciones primarias del 2017, constataron periodistas de la AFP.
«No a la reelección», gritaron unos 400 manifestantes convocados por los opositores partidos Libertad y Refundación (Libre, izquierda), Anticorrupción (PAC, centro) e Innovación y Unidad (PINU, social demócrata).
Pero unos 200 simpatizantes del oficialista Partido Nacional (PN, derecha) se manifestaron también gritando lo contrario: «Sí a la reelección», sin que hubiesen enfrentamientos entre ambos grupos.
El TSE convocó a los partidos a inscribir precandidatos para celebrar elecciones primarias el próximo 12 de marzo con miras a los comicios generales del 26 de noviembre de 2017. Hernández termina su periodo de cuatro años el 27 de enero del 2018.
El PN presentó ante el TSE la solicitud de inscripción de Hernández, quien afirma que «lo bueno» de su gobierno «debe continuar».
Los tres magistrados del TSE informaron que a más tardar el miércoles anunciarán los aspirantes inscritos de los diferentes partidos.
«Si se escribe al presidente Juan Orlando Hernández se viola la Constitución», afirmó a la AFP el presidente del PINU, Guillermo Valle.
La Constitución vigente desde 1982 prohíbe la reelección presidencial pero la Sala de Constitucional de la Corte Suprema aprobó un recurso contra la prohibición interpuesto en diciembre del 2014 por 16 diputados del PN allegados a Hernández.
El general retirado Romeo Vásquez, quien encabezó el golpe de Estado del 2009 contra el entonces presidente Manuel Zelaya, presentó este lunes en el TSE una impugnación contra la postulación de Hernández.
«Esto de ahora puede terminar en una crisis» como la del 2009, advirtió en rueda de prensa el general retirado que se postula como candidatos del Partido Alianza Patriótica.
«Hay más de ocho millones de hondureños que no están de acuerdo con que se viole la Constitución», sentenció.
Zelaya fue derrocado por una alianza cívico-militar por convocar a un plebiscito para que los hondureños decidieran si se convocaba a una constituyente que redactara una nueva Constitución que, según los golpistas, le permitiera postularse a la reelección.
