Gloria Silvia Orellana
César Méndez
Isis Sol
Karen Candelario
Katya Linarez
Humberto es un maestro retirado que vivió parte de su vida en Bélgica, sovaldi el conflicto armado marcó su vida y la de su entrañable amigo José Santos Serrano, quien desapareció en las faldas del volcán de San Salvador a mediados del año de 1980.
Décadas después Humberto, de 58 años, ha regresado al país para reencontrarse con ese pasado y precisamente en el día del padre buscó a su manera honrar la memoria de su amigo.
“El era un padre amoroso y responsable tenía cuatro hijos y su esposa para cuando fue desaparecido… nunca supo su familia que le ocurrió o quiénes fueron, solo dejaron su vehículo”, dijo.
Con cierta melancolía busca el nombre de su amigo en el Monumento a la Memoria y la Justicia, un memorial de 85 metros de longitud por tres metros de alto, que se extiende en 48 planchas de granito negro con un registro de 30 mil nombres de personas desaparecidas, torturadas y asesinadas durante el conflicto armado de los años ochenta en el país.
“Su familia lo buscó por mucho tiempo, luego perdieron la esperanza… yo era maestro allá en el cantón San Matías, en Quezaltepeque… también estaba el “Playón”, recuerdo lo triste y
dramático que eran esos lugares en esos años, la situación era muy difícil, así que decidí irme del país”, indicó.
“No me adapté a Europa, así que, luego de unos años en Bélgica me pase a Nicaragua… ahora estoy de nuevo en el país; y no sé… los sueños que a veces uno tiene en que ve a las personas como si estuvieran vivas… creo por eso vine a buscar su nombre y honrarlo por lo que fue, un gran amigo y padre de familia”, concluyó.
Era un buen tipo mi viejo: Elsi Meléndez
Francisco José Meléndez era un gran bailarín, siempre asistía a los bailes en un salón de la sociedad de trabajadores y su alegría la transmitía a todos, así lo recuerda su hija Elsi Meléndez.
“Aprendí a bailar tango, cha cha cha, bolero, salsa y otros ritmos con él ”, recuerda su hija, frente al mausoleo de su padre, a donde asistió junto a su familia.
Mientras, Néstor Meléndez recuerda de su padre el hábito de leer y que les inculcó los valores de la justicia y solidaridad. Tenía un libro que se llamaba los grandes revolucionarios del mundo y sabía tanto de historia que había que leer mucho para poder conversar sobre la realidad del país”.
Néstor dijo que su padre fue un hombre alegre, romántico y que llevó serenatas a su esposa y le recitaba poemas.
Néstor lleva a su hijo al cementerio para que conozca la historia de su
padre que fue secretario del partido de
los trabajadores en la década de 1930 y un luchador por la justicia del país.
Entre hojas secas, tumbas y soledad, las flores y los recuerdos tienen un escenario especial este día en el cementerio Los Ilustres. Cada año las familias, jóvenes, niños y niñas llegan unidos a recordar y agradecer el amor de aquél compañero que en vida dio todo su amor por sus hijos y ahora, una vez más, ha llegado el momento de recordarlo.
Son infinitas las historias, travesuras y anécdotas que hacen parte de los recuerdos de este día. Que entre lágrimas y sonrisas, sigue siendo una costumbre muy importante, expresó María.
“Cada año estamos aquí, poniendo las rositas, limpiándolas y eso es una enseñanza de mi madre, es una costumbre que me quedó heredada y realmente es importante, no abandonar la familia. Me hace falta…, hace falta los consejos…”, agregó la mujer.
María, con emoción recuerda que Don José Antonio, su “papaíto”, era muy amable y que aunque a veces le castigó por sus travesuras, tuvo una niñez muy tranquila.
Comercio celebra día
Bajo sombrillas de colores y música de fondo, el centro de San Salvador se viste de fiesta para dar inicio a la celebración del día del padre. De esquina a esquina se encuentran diversos artículos para agasajar a esa persona especial. Estos van desde zapatos formales y deportivos, camisas, cinchos, pantalones, artículos para el cuidado del cabello, relojes y tazas rellenas con dulces y chocolates.
Los vendedores de estos artículos aseguran que las ventas han incrementado desde el día de ayer y esperan que este día sea mucho mejor. Víctor Minero, de 50 años de edad, vendedor de pantalones y camisas, declaró que la venta ha incrementado desde ayer y los artículos más vendidos oscilan entre un precio de $8-$10.
Sandra Argueta, vendedora de relojes, expresó que las ventas han incrementado por igual en todo tipo de relojes. Sandra, además, comentó que no tiene un padre para compartir este día pero está feliz porque ahora tiene su propia familia y un buen padre para sus hijos. “Nosotros vamos a buscar un regalo más tarde. A ver que encontramos”, adicionó Sandra.
Para Sandra, lo más importante de este día es el tiempo de calidad que un padre puede compartir con su hijo. “Los hijos necesitan amor y tiempo, no solo dinero. El mejor regalo que un padre puede darle a sus hijos es dedicación”, enfatizó Sandra. Asimismo, José Alfredo López, vendedor de zapatos, aseguró ha vendido muchos zapatos deportivos.
Además de un lugar para adquirir un regalo para papá el centro de San Salvador también es un lugar en el que muchos padres disfrutan de su jornada laboral junto a sus hijos, y algunos incluso solo salen a pasar un buen momento. López, dijo que no tiene un padre para celebrar este día, sin embargo, ahora cuenta con sus hijos que lo hacen sentir especial. “El mejor regalo que sus hijos le pueden dar a un padre es que se porten bien”, comentó López, mientras abrazaba a sus Steven y Paola.
Muchos de los vendedores también se tomaron un tiempo de descanso para dedicar a sus hijos y nietos, quienes comparten el día con ellos.
Miguel Gallegos, de 38 años de edad, dedicó un momento fuera de la venta de dulces y chicles para darle un baño a su hijo Gerson de un año y medio de edad, quien disfrutaba de ese momento especial con su padre.
De igual manera, Marco Antonio Portillo, de 32 años de edad, disfrutó del día con la compañía de su hijo Michael de 12 años, con quien jugaba un partido de damas en las afueras del Centro Social para la Vivienda.
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