César Ramírez
@caralvasalvador
No es cuestión política, no es asunto electoral, ni ganancia partidaria, leamos el artículo 1 Constitucional (…) “En consecuencia, es obligación del Estado asegurar a los habitantes de la República, el goce de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar económico y la justicia social”; palabras significativas para el avance de una etapa superior democrática que siempre deberá perfeccionarse, por ello debemos iniciar ahora. Si el proyecto se “renegocia”, “retrasa”, “se envía al archivo”, “se bloquea por la mayoría legislativa”, no solo puede considerarse un nuevo caso para la agónica Sala Constitucional, sino que la nación fracasará en conjunto olvidando a la Constitución de la República. El proyecto no es nuevo, el proyecto se gestionó en la Asamblea el 11 de febrero de 2016, posteriormente el 7 de abril de 2016 se envió con el aval del BID y el Ministerio de Hacienda, sumando dos años a la fecha, con el riesgo de perderlo de no ratificarse.
La reorientación de $45 millones hacia medicamentos parece el tema de honor de las derechas, pero un préstamo con un organismo internacional (BID) no contempla prioridad a ese aspecto, puesto que ello es un rubro del presupuesto de la nación y no de un proyecto de infraestructura.
La ministra de Salud Dra. Violeta Menjívar en su intervención televisiva afirmó: “las intervenciones en el primer nivel: 50 nuevas unidades comunitarias de salud que se necesitan para mejorar la cobertura, creación de nuevos centros en cabeceras departamentales para prevenir las enfermedades crónicas en Santa Tecla, San Salvador, Santa Ana y San Miguel, clínicas que sirven para diagnósticos rápidos de diabetes, cáncer en las mujeres, próstata en los hombres, cáncer de estómago, etc., es un fortalecimiento para mejorar la capacidad de diagnóstico, manejo que tiene una visión de prevención. Estos centros de detección estarán conectados con el INDES, con deportes, con actividad deportiva de las alcaldías, para prevenir estas enfermedades, es un concepto integral”.
Como afirma la OMS, “la atención primaria de salud es la asistencia sanitaria esencial accesible a todos los individuos y familias de la comunidad a través de medios aceptables para ellos, con su plena participación y a un costo asequible para la comunidad y el país. Es el núcleo del sistema de salud del país y forma parte integral del desarrollo socioeconómico general de la comunidad”.
Suprimir la prevención de la enfermedad es multiplicar las epidemias del pueblo y degradar la salud de los ciudadanos.
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