En mayo del año pasado, debido a la pandemia que paralizó prácticamente toda la actividad económica, y tras el retiro de la poca publicidad de las entidades del Gobierno por orden del presidente Nayib Bukele, nos vimos obligados a suspender la versión impresa de nuestro Diario Co Latino, y nos quedamos, únicamente, en la versión en línea, como un periódico digital, y así sustituimos la versión impresa por el e-paper y el PDF, el cual, incluso, lo estamos vendiendo por suscripción.
Debido a los pocos ingresos por la pandemia, también suspendimos los contratos de trabajo y solo nos quedamos un pequeño grupo de trabajadores con salarios reducidos al 50 %, como en muchas empresas pequeñas y medianas, con el único objetivo de evitar la muerte de Diario Co Latino, y seguir ofreciendo a los lectores un periodismo con credibilidad, y dando voz a todos aquellos sectores que por su visión de país y sus compromisos sociales no están en la agenda de otros medios.
Creíamos que, dado que la nueva era está basada en las Tics, pronto nos íbamos a recuperar económicamente para afrontar las deudas y compromisos sociales y laborales. Basados en el nuevo momento, también buscamos socios estratégicos. Incluso, más de alguna vez se difundió en redes sociales que Diario Co Latino tenía un nuevo propietario. Lo cual, por supuesto, no era, ni es cierto, pues Diario Co Latino sigue siendo propiedad de la Sociedad Cooperativa de Empleados de Diario Latino de R.L. Hoy hemos tomado otra decisión, y es que ante la imposibilidad de responder con los compromisos sociales y laborales, la Cooperativa se ha visto en la obligación de vender su único bien material y ha puesto a la venta su inmueble, de un área total de 1,279.98 varas cuadradas, ubicado sobre la 23 avenida sur, donde ha estado Diario Co Latino desde 1960. Y como dice el anuncio de venta, está ubicado a una cuadra del Parque Cuscatlán, a una cuadra del Hospital Primero de Mayo, a seis cuadras del Centro Histórico y a una cuadra del Hospital Rosales.
Para que la Cooperativa se hiciera propietaria del inmueble histórico de Diario Latino, tuvo que pasar muchos vaivenes, como innumerables denuncias en los tribunales de lo mercantil y penales, por espacio de diez años, pero, sobre todo, por la solidaridad nacional e internacional. Una semana antes de la subasta, en un tribunal de lo mercantil, la exdirigencia del PRTC vendió una vivienda ubicada en Ciudad Merliot, en 1977, y nos entregó el producto de la venta para completar el fondo para responder en la subasta. O cuando también compramos la rotativa, gracias a un fondo que nos donó para tal fin la Fundación CAF de Holanda.
Hacer periodismo comprometido con las grandes causas populares como lo estableció Miguel Pinto, fundador de Diario Latino hoy Co Latino, en su ideario periodístico de 1903, no es fácil, pero lo hemos intentado y lo seguiremos intentando, solo que hoy, desde la parte digital; aunque la Cooperativa podría mantener el inmueble histórico de Diario Co Latino, si encuentra ya un socio estratégico que aporte el capital para cubrir las deudas que tenemos, entre ellas las obligaciones sociales y laborales.
A nuestros lectores solo queda decirles que seguirán recibiendo de Diario Co Latino, un periódico digital de actualidad, generalista, creíble, responsable y comprometido con la resolución de los grandes problemas del país, y con nuestra propia agenda: derechos de las mujeres, el medio ambiente, derechos humanos, memoria histórica, entre otros.
También pedimos a los abogados continuar y aumentar la publicación de los edictos en la versión digital de Diario Co Latino. Lo mismo pedimos a las organizaciones sociales y populares a no dejar de colocar publicaciones pagadas en Diario Co Latino, tanto para nuestras redes sociales como en nuestra versión en línea y en PDF.
Atentamente
La Junta Directiva de la Sociedad Cooperativa de Diario Latino de R.L.