Pekín / AFP
Huawei afirmó el martes que la tregua de 90 días que acordó la administración Trump a las empresas estadounidenses que venden componentes al grupo chino «no cambia nada» para este último, que estima ser «tratado de manera injusta» por Washington.
El gobierno de Donald Trump acordó el lunes un nuevo respiro a Huawei, del que sospecha de posible espionaje a favor de Pekín. El departamento de Comercio prolongó por 90 días el primer periodo de excepción acordado en mayo a ciertos clientes y proveedores estadounidenses de Huawei, cuando el grupo chino fue colocado en una lista negra.
Este nuevo periodo «tiene como objetivo dar a los consumidores en todo Estados Unidos el tiempo necesario para encontrar proveedores distintos a Huawei, debido a la amenaza permanente (que representa) para la seguridad nacional y la política exterior», explicó el departamento de Comercio.
En respuesta a esa declaración norteamericana, el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Pekín, Geng Shuang, llamó a Estados Unidos a que «rectifique inmediatamente su posición».
«Sea lo que fuere que haga Estados Unidos, esto no cambia el hecho de que no debería ampliar la noción de seguridad nacional, abusar del control de las exportaciones, discriminar a las empresas extranjeras, e inclusive intentar eliminarlas, sin contar con la menor prueba» sobre el supuesto espionaje, denunció el vocero ante la prensa.
Poco antes, el grupo chino, número dos mundial de los teléfonos inteligentes, estimó en un comunicado que esta prolongación «no cambia nada el hecho de que Huawei ha sido tratado de manera injusta».
Esta decisión «no tendrá impacto sustancial en los negocios de Huawei ni en un sentido ni en otro».
El departamento de Comercio precisó el lunes que agregó a su lista negra a 46 empresas asociadas con Huawei, con lo que las entidades y personas vetadas ya suman cerca de 100.
«Queda de manifiesto que esta decisión, tomada en este preciso momento, tiene motivos políticos y no tiene nada que ver con la seguridad nacional», lamentó Huawei.
Esta medida «viola los principios fundamentales de la competencia» y no beneficia a nadie, ni siquiera a las empresas estadounidenses, insistió el grupo.
«Intentar eliminar las actividades de Huawei no ayudará a Estados Unidos a conseguir una supremacía tecnológica. Llamamos al gobierno de Estados Unidos a poner fin a este trato injusto y a retirar a Huawei» de la lista negra.