Dongguan / AFP
Dan Martin
Huawei abrió sus puertas el miércoles a la prensa extranjera, en una operación de seducción en tanto el gigante chino de las telecomunicaciones es acusado de espionaje por Washington.
El número dos mundial de los «smartphones» comenzó 2019 con una campaña de comunicación y publicidad destinada a contrarrestar las acusaciones de Estados Unidos, que afirma que los equipamientos del grupo para las futuras redes 5G podrían estar infiltrados por Pekín.
El otrora muy discreto fundador de Huawei, Ren Zhengfei, de 74 años, ha salido a la palestra en las últimas semanas, brindando varias entrevistas. Pero, el grupo ha ido más lejos aún, y a velocidad de vértigo, al brindar acceso a sus instalaciones en la provincia de Guangdong (sur de China) a los medios de comunicación internacionales.
«Nuestra línea roja más elemental es que ninguno de nuestros productos tenga una ‘backdoor’ (puerta trasera)», dijo Wang Jin, director del «Laboratorio de Ciberseguridad Independiente» de la empresa.
En este caso, una «backdoor» sería una puerta de acceso a los equipamientos, que permitiera a los serviciois de inteligencia chinos espiar las comunicaciones en las redes 5G, la quinta generación de la tecnología móvil.
Los periodistas también visitaron en esta jornada una gigantesca fábrica en la ciudad de Dongguan, donde 35 cadenas de producción pueden terminar un teléfono P20 completo cada 28,5 segundos.
La empresa, fundada en 1987, es el líder mundial de los equipamientos para telecomunicaciones. Emplea a unas 60.000 personas en sus fábricas y laboratorios en Guangdong.
– ‘Nuestro faro’ –
A pesar de ser líder mundial en este sector, Estados Unidos prohibió a Huawei participar en el desarrollo de la 5G en su territorio. Y alienta a sus aliados a que tomen medidas similares.
Washington también quiere juzgar a la directora financiera de la empresa, Meng Wanzhou, actualmente en libertad condicional en Canadá, por supuesta violación a las sanciones contra Irán. Este miércoles tendría lugar una audiencia en Vancouver (este) sobre su extradición hacia Estados Unidos.
Durante la visita, a los periodistas se les sirvió café en vasos descartables con la imagen de un paisaje marino y este mensaje: «Nuestro faro espera el regreso de Wanzhou lo más pronto posible».
Christopher Balding, especialista en China de la universidad Fulbright en ciudad Ho Chi Minh, Vietnam, afirma que la campaña mediática de la empresa demuestra preocupación, pero que «saldrá adelante» respecto a Washington.
«No es realista suponer que todo el mundo pasará de Huawei. Y de ocurrir, realmente no sería bueno de cualquier manera», dijo a la AFP.
Según informaciones de prensa, Gran Bretaña y Nueva Zelanda, que habían mencionado un posible rechazo a los equipamientos del grupo chino, ya estarían dando marcha atrás.
Y, la semana pasada en el Mobile World Congress (MWC) en Barcelona el ‘gran mesías’ del sector, Huawei, firmó acuerdos sobre la 5G con diez operadores telefónicos, entre ellos un suizo (Sunrise), otro turco (Turkcell), así como un saudita (STC) y un islandés (Nova).
– ¿Gran anuncio este jueves? –
Uno de los presidentes rotativos de la empresa, Guo Ping, brindará una conferencia de prensa este jueves en la sede de Huawei, en la metrópolis de Shenzhen (sur).
Según el diario New York Times, Huawei presentaría una demanda contra el gobierno estadounidense por haber prohibido a las agencias federales utilizar sus equipamientos. El grupo se negó a comentar este asunto.
El tema de la conferencia de prensa del jueves no fue anunciado, pero se hará unas horas después de la audiencia de Meng Wanzhou en Vancouver.
La apertura de sus inmensas instalaciones es, en todo caso, una ocasión para Huawei de demostrar que es un gigante irreemplazable del sector.
Con sus laboratorios ultramodernos, hoteles, piscinas, gimnasios, decenas de restaurantes y su «universidad», dedicada a formar a sus empleados, clientes y socios, la empresa tiene muy poco que envidiar a los prodigios de Silicon Valley (California, EEUU).
Un imperio en el que aún reina su fundador, Ren Zhengfei, cuyos críticos subrayan con frecuencia sus inicios profesionales como ingeniero en el ejército chino.
Pero, Huawei desmiente con firmeza cualquier vínculo entre su patriarca y el gobierno chino.