Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
“La masacre de El Mozote ocurrió en el momento más horrible del conflicto armado”, expuso Terry Lynn Karl, al describir los “patrones de las masacres” ocurridas durante el conflicto armado al que se aplicó la “escala del terror”, una estrategia implementada en El Salvador. Terry Lynn Karl, doctora “Honoris Causa” en Humanidades y Derechos Humanos de la Universidad de San Francisco; doctora en Ciencias Políticas de la Universidad de Stanford, en donde ejerce su docencia en asuntos latinoamericanos, fue juramentada, por el juez de Instrucción Jorge Guzmán, como perito en el Caso de El Mozote y lugares aledaños, ocurrido en diciembre de 1981.
En una demoledora jornada para el grupo de abogados defensores de los militares imputados, la perito Terry Karl describió con contundencia su análisis sobre la Masacre de El Mozote, donde mencionó estrategias de guerra, encubrimientos bilaterales de gobiernos, impunidad de los militares y participación de asesores estadounidenses en secreto, para evitar que el Congreso recortara el financiamiento de la guerra. “En Estados Unidos hubo un patrón de encubrimiento como la presencia del asesor estadounidense Allan Bruce Hazelwod, con el coronel Domingo Monterrosa en Morazán. Si eso se hacía público, se hubiera cortado la ayuda de Estados Unidos, porque eso era ilegal”, citó como ejemplo sobre sus hallazgos.
En cuanto a las técnicas de consulta de documentos e informes, Karl indicó que “una de las pruebas científicas en las ciencias sociales es la identificación de patrones”, que permiten entender e interpretar un evento, como el “Patrón de Masacres”, que se ejerció en el país en la década de los años ochenta. “Hubo un patrón territorial, porque hubo este tipo de acciones en 12 de 14 departamentos; un patrón de tiempo en donde se preparaba una estrategia de la masacre, como separar a los hombres de las mujeres y niños. A los hombres para doblegarlos o los mataban primero, para violar sexualmente a las mujeres; y en el caso de los niños muchos fueron sacados y vendidos a familias en Estados Unidos e Italia, esto se dio en las zonas rurales, porque era más difícil identificar el total de víctimas en sos lugares, que en la zona urbana”, afirmó.
Otro dato relevante fue el referido a la participación del Alto Mando militar en estos hechos, señalando que “era imposible tomar una decisión como la Masacre de El Mozote por una sola persona, sin que el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor no se involucrara. El secretario de Estado de los Estados Unidos, Alexander Haigh, declaró -no bienvenido- al General Guillermo García (Ministro de Defensa) por haberle mentido, para certificar la investigación de la masacre de El Mozote”, reiteró.
Luego de que el exministro de la Defensa mintiera a los delegados de Washington, diciendo que la Masacre de El Mozote “era propaganda y que el FMLN fue quien hizo la masacre, o que era un cementerio del FMLN”, perdió su confianza, porque tampoco investigó o sancionó a los responsables, expresó en su análisis Karl. Con una abundancia de documentos desclasificados del gobierno de los Estados Unidos sobre El Salvador, Terry Karl compartió información del Departamento de Estado y de la Embajada de los Estados Unidos en El Salvador; Departamento de Defensa (DOD); Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM). También aportó información de la Agencia Central de Inteligencia (CIA); Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) y otras agencias.
Además, se presentaron entrevistas realizadas por Terry Karl a personas que conocieron de la masacre de El Mozote, documentos secretos no divulgados, y archivos Nacionales de Estados Unidos.
Las pruebas fueron abrumadoras, dijo Wilfredo Medrano de Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández”, quien señaló que “esto refleja el control
total que tenía el general Guillermo García en todos los niveles de la Fuerza Armada. Revela, también, la complicidad y encubrimiento de los
Estados Unidos y la participación de asesores militares, mercenarios, boinas verdes, asesores chilenos , argentinos y los cursos de contrainsurgencia de Taiwán”, señaló.
David Morales, de Cristosal, señaló que Terry Klarc, presentó un informe basado en documentos producidos en Estados Unidos y otros lugares que aportan evidencia en el caso de la Masacre de El Mozote. “Están todos los tentáculos claramente establecidos en donde el Alto Mando de la Fuerza Armada es responsable de la masacre, y se han anexado las órdenes de conducción, planificación y supervisión del operativo. Y también, su negación en la vinculación de los perpetradores materiales, que deja claro que Guillermo García fue uno de los militares con grandes poderes en el país”, argumentó Morales.
Para el grupo de abogados de la defensa técnica de los militares de alto rango que estuvieron involucrados en el asesinato de alrededor de mil personas, trataron de palear la situación dilatando el proceso al menos en tres ocasiones, solicitaron tiempo para leer partes del informe de la perito Terry Karl, pese a que fueron compartidas vía electrónica desde un año atrás.
Mientras, el exdirector de Centros Penales, Rodolfo Garay Pineda fue incisivo con el juez Jorge Guzmán, a quien le expresó que “habría sido
preferente haber esperado la resolución de la honorable Corte Suprema de Justicia”, al mencionar la resolución que esperan de la recusación al juez de la causa, para seguir conociendo el presente proceso. Garay Pineda representa a dos coroneles imputados: Roberto Antonio Garay Saravia y Rafael Santiago del Cid, en el proceso penal de la Masacre de El Mozote y lugares aledaños.
“Como defensa técnica, tenemos la plena convicción de la falta de imparcialidad y esperaríamos que la Corte se manifieste al respecto;
pero le solicitamos que no se vaya a establecer que estamos tácitamente avalando o reconociendo la continuidad de la competencia en el presente proceso”, dijo. A lo que el Juez Guzmán le respondió “ya me pronuncié, sobre la recusación en mi contra y senté posición en una declaración jurada, la misma ley me faculta, aun cuando se estén tramitando las recusaciones, puedo seguir tramitando diligencias y el único efecto -usted lo debe conocer- si la Cámara decide apartarme del proceso, es que las diligencias que yo he practicado serían nulas”, afirmó el juez, y continuó con la audiencia.
De la primera etapa de la audiencia, Terry Karl resume en el primer cierre que la masacre de El Mozote y lugares aledaños (causa penal 238/1990) que todo fue parte de una planificación oscura durante los años ochenta, antes de que el Juez Guzmán llamara a reanudar esta mañana la segunda jornada de presentación de su informe, a partir de las ocho y treinta minutos.