Asunción/PL
La huelga general contra la política económica y social del gobierno comenzó en Paraguay desde el primer minuto de este miércoles.
Sindicatos agrupados en las seis centrales sindicales nacionales, organizaciones campesinas de todo el país, jóvenes de la Unión Nacional de Estudiantes y partidos políticos de izquierda respaldan la medida de fuerza.
Con la llegada de esta madrugada representantes de los distintos sectores que apoyan el paro proclamaron su comienzo en un acto efectuado en la explanada situada frente a la Catedral, en el llamado microcentro de esta capital.
Previamente, miles de campesinos que se transportaron en camiones de carga desde los departamentos del norte paraguayo y otros muchos llegados desde áreas cercanas a Asunción se unieron a los representantes de las centrales sindicales para reafirmar las consignas fundamentales.
Tres frentes principales aglutinan a la mayor parte de los participantes en la medida de fuerza: la plenaria de Centrales Sindicales, la Federación Nacional Campesina y la Coordinadora Democrática, esta última formada por partidos políticos y organizaciones sociales.
Sin embargo, todos coinciden en una serie de demandas dirigidas a lograr un cambio en el modelo hasta ahora aplicado por el gobierno del presidente Horacio Cartes, al cual califican de neoliberal y asociado a los grandes intereses económicos multinacionales.
Reclamos que unen a todos los sectores son la reforma agraria, la petición de derogación de la privatizadora Ley de Alianza Público-Privada impulsada por Cartes, el aumento salarial del 25 por ciento, mejoras en la educación y la salud pública y el cese de la represión en el campo.
Marchas de los huelguistas por zonas céntricas de Asunción, establecimiento de 16 puntos de protesta en esta capital y Ciudad del Este y mantenimiento de cortes intermitentes en carreteras del interior del país, se programaron como características de la jornada de hoy.
La huelga culminará con una concentración multitudinaria en horas de la tarde en la emblemática Plaza de Armas frente al Congreso Nacional, escenario de numerosas protestas anteriores.
Aunque inicialmente el gobierno intento minimizar la movilización, la convicción del nivel que alcanzará la protesta le obligó a designar una comisión encabezada por el vicepresidente de la República para instalar mesas de dialogo con los sectores protestantes a partir de mañana.
La comisión oficial está integrada, además de por el vicepresidente Juan Afara ‘por 11 funcionarios con nivel de ministros y tendrá que enfrentar el planteamiento sindical y campesino de negociar la modificación de las decisiones adoptadas hasta ahora en las áreas económica y social.
Sin que se hayan reportado incidentes violentos y desde distintos lugares de concentración los manifestantes llevan adelante la protesta que ha logrado un importante nivel de acatamiento, ya confirmado aquí, en Ciudad del Este y otros lugares del país.
Uno de los primeros éxitos del paro es la fuertemente disminuida presencia del transporte urbano a pesar del anuncio de los empresarios privados quienes proclamaban la salida normal de sus unidades a las calles y la prestación total del servicio.
Igualmente, la sensible disminución de centros escolares activos, el importante número de comercios cerrados y el verdadero control del tránsito en las calles por los piquetes de huelguistas en arterias vitales.
Bernardo Rojas y Julio López, dirigentes de centrales sindicales, calificaron ya de un triunfo del pueblo paraguayo la medida de fuerza decretada en rechazo a la política económica y social del gobierno del presidente Horacio Cartes.
Rojas se refirió a la designación hecha la víspera por Cartes de una comisión encabezada por el vicepresidente Juan Afara e integrada por 11 ministros para dialogar con las organizaciones participantes en la demostración de hoy.
Consideró que ese paso debió haberse dado antes por el mandatario sin presentar hechos consumados en relación al salario mínimo y la privatizadora Alianza Público-Privada y aclaró se analizará la respuesta por los sindicatos y sectores campesinos.