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"Empleados jóvenes, movilizados unidos por la retirada del proyecto", reza una pancarta que portan trabajadores de Toulouse, Francia, este jueves apoyando la huelga contra la reforma laboral del gobierno. (Foto Diario Co Latino/Pascal Pavani/AFP)

Huelgas contra proyecto laboral se extienden en Francia

Por Guy Jackson

París/AFP/PL

Las huelgas en Francia contra un proyecto de reforma laboral del gobierno socialista se extendieron el jueves a las centrales nucleares y causaban perturbaciones en el aprovisionamiento de gasolina y los transportes.

Activistas sindicales bloqueaban puentes en tanto que conductores de trenes y controladores aéreos cesaban sus actividades.

Marchas en la calle y huelgas en sectores como el transporte y la energía, cialis sale son algunas de las acciones que se realizan hoy en Francia para demandar la retirada definitiva de un proyecto de reforma laboral del gobierno.

Hace más de dos meses comenzaron las protestas contra ese plan que, drugstore a juicio de sus detractores, perjudica los derechos de los trabajadores y beneficia al empresariado en un país donde la tasa de desempleo se ubica en torno al 10 por ciento.

Varios desfiles están previstos en un ambiente tenso ya que en recientes marchas contra el mencionado texto, se produjeron incidentes violentos entre los inconformes y miembros de las fuerzas del orden.

Los trabajadores ferroviarios completan este jueves dos días en huelga.

Los sindicatos convocaron por la tarde a una nueva jornada de protestas, la octava desde el inicio del movimiento hace tres meses, que en varias ocasiones dieron lugar a violentos enfrentamientos.

La parálisis creciente del país se produce a dos semanas de la inauguración de la Eurocopa de Fútbol, el 10 de junio.

La novena, una concentración única en París, se llevará a cabo el 14 de junio, cuatro días después del inicio del torneo.

El primer ministro Manuel Valls, admitió el jueves la posibilidad de «cambios» o «mejoras» en el proyecto de ley y anunció que recibiría el sábado a representantes «del sector petrolero», aunque volvió a descartar sin embargo el retiro del polémico texto.

El miércoles, Valls afirmó que la CGT, que lidera las protestas, «no dicta la ley en el país».

El jueves, volvió a fustigar la «irresponsabilidad» de esa central sindical.

El secretario general de la CGT, Philippe Martinez, llamó por su lado el miércoles a «una generalización de la huelga».

Según el gobierno, la ley dará mayor flexibilidad a las empresas para luchar contra el desempleo. Sus detractores consideran en cambio que aumentará la precariedad laboral y critican en particular su artículo 2, que da primacía a los acuerdos de empresa sobre las negociaciones por ramas profesionales.

Valls afirmó que ese artículo «no se modificará» y el presidente François Hollande respaldó su determinación en declaraciones desde Japón, donde participa en la cumbre del G7

La contestación divide profundamente a la izquierda. El gobierno tuvo por ello que recurrir a un instrumento constitucional que le permite aprobar la ley sin recurrir a un voto en la Cámara de Diputados, antes de que sea tramitada en el Senado.

Refinerías y centrales nucleares

El bloqueo de refinerías y depósitos de petróleo obligó al gobierno a echar mano de sus reservas estratégicas de carburante. El Estado ya había utilizado el miércoles tres de los 115 días de reservas disponibles.

«Haremos todo lo necesario para garantizar el aprovisionamiento de los franceses y de la economía», declaró el presidente François Hollande.

Cinco de las ocho refinerías de petróleo permanecían bloqueadas o funcionaban muy por debajo de su capacidad de entrega, después de que las fuerzas de seguridad dispersaran por la mañana a los activistas que bloqueaban uno de ellos.

Largas colas se forman desde hace días frente a las gasolineras, que en muchos casos racionan la distribución. Los depósitos de casi un quinto de las estaciones de servicio están secos o casi vacíos y una popular aplicación para teléfonos celulares indica dónde queda algún grifo disponible.

La Unión Francesa de Industrias Petroleras comunicó ayer que el país recurrió a sus reservas estratégicas para hacer frente a los problemas de abastecimiento de carburante a raíz de las protestas.

Seis de las ocho refinerías del territorio nacional están paradas total o parcialmente por movimientos de huelga.

Según el secretario de Estado de Transportes Alain Vidalies aproximadamente el 20 por ciento de las 12 mil estaciones de servicio tienen «dificultades» de aprovisionamiento.

La contestación escaló un nuevo peldaño el jueves, con el voto favorable a la huelga en las 19 centrales nucleares, que aseguran el 75% del aprovisionamiento eléctrico del país.

«Entre el 50% y el 80% del personal está en huelga, según los sitios», afirmó la portavoz de la CGT en ese sector, Marie-Claire Cailletaud, admitiendo que, para mantener el flujo, Francia «seguramente se verá obligada a importar energía» de los países limítrofes.

El organismo gestor de la red nacional de electricidad, RTE, afirmó por su lado que «la oferta de producción disponible (…) alcanza para cubrir las necesidades eléctricas del país».

El aprovisionamiento se había reducido a un 25% de su capacidad en la central de Nogent-sur-Seine, a unos 100 km al sudeste de París.

Acorde con la Confederación General del Trabajo (CGT), principal sindicato galo, los trabajadores de las 19 centrales nucleares de Francia se declararon en huelga.

Por ello, este jueves se prevén bloqueos en esos sitios, barricadas para filtrar el acceso del personal, pero también bajas en la producción ya que de dichas instalaciones sale el 75 por ciento de la fabricación de energía eléctrica del país.

El movimiento de protesta provoca asimismo perturbaciones en los transportes.

La compañía ferroviaria SNCF registró desde el miércoles su quinta huelga desde marzo.

La Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) recomendó a las compañías que reduzcan un 15% sus vuelos este jueves hacia el aeropuerto parisino de Orly.

El 15 por ciento de los vuelos en el aeropuerto de Orly, el segundo en importancia de la capital, tras el Charles de Gaulle, se suprimieron. En los aeropuertos de ciudades como Nantes y Rennes, ubicadas en el oeste del país, se registraron retrasos por las huelgas de controladores aéreos.

Alemania expresó su apoyo al proyecto de reforma laboral.

«Francia no es irreformable y puede vivir con esas disputas», dijo a la prensa el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble.

El secretario general de la CGT, Philippe Martinez, remarcó que «mientras el gobierno se niegue a discutir, hay riesgos de que la manifestación se amplíe».

Por su parte, el primer ministro Manuel Valls reiteró que no retirará el proyecto laboral y que «no habrá modificación de la filosofía general del texto».

Recuerdos del 68

Viviane, una jubilada de 66 años que esperaba llenar el tanque en Allier (centro), compara la agitación actual con las dos semanas de huelgas y manifestaciones masivas que en 1968 tuvieron en vilo a la Francia de Charles de Gaulle.

«Me acuerdo de Mayo del 68 y puedo decirle que la escasez no es ninguna broma y que estoy tomando precauciones», afirmó la automovilista.

Pierre Jara, un técnico de televisión por cable, de 40 años, aguardaba su turno en una gasolinera cerca de la capital.

«Estoy con los sindicatos, pero aun así esto me fastidia», dijo a la AFP.

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