Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
Kimberly Adriana Torres y Luis Javier Castellanos, alumnos del Instituto Nacional “Jorge Elíseo Azucena”, Chalchuapa, Santa Ana, expresan su entusiasmo sobre los conocimientos adquiridos en el huerto escolar, prácticas que les inclina a las ciencias agronómicas como proyecto de vida. Así como ellos, 576 mil estudiantes más, integran el proyecto “Del Huerto Escolar al Emprendimiento”, a nivel nacional.
José Luis Mayén, jefe del departamento de Seguridad Alimentaria Institucional del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología del Programas Sociales de Alimentación y Salud Escolar, señaló que el desarrollo de los “Huertos Escolares” a nivel nacional, se constituye en una estrategia para desarrollar actividades productivas y ciudadanas, entre los estudiantes.
“Este huerto escolar trasciende a la modalidad de Centro de Innovación Tecnológica, que se establece, cuando un centro educativo ha adquirido los conocimientos y experiencias suficientes y pasa a una modalidad diferente, donde los estudiantes aprenden técnicas innovadoras con la granja escolar, el banco de semillas y el huerto escolar”, manifestó Mayén.
En el marco del proyecto “Del Huerto Escolar al Emprendimiento”, el ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT), junto a la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), trabajan junto a la población estudiantil de 374 centros educativos en los departamentos de Santa Ana, Ahuachapán y Sonsonate, en actividades de desarrollo de productivos.
Mayén, explicó que el proyecto se integra en cuatro componentes: producción y medio ambiente que se enfoca en los cultivos amigablemente, que no dañan la naturaleza, el componente educativo, que se aplican en las diferentes asignaturas referentes al plan de estudio, el componente de nutrición que tiene a la base los hábitos alimentarios sanos entre estudiantes, al fortalecer los conceptos y normativas de cafetines y tiendas escolares saludables. Y el componente de emprendimiento, para que los jóvenes hagan buen uso de su tiempo libre.
“El Instituto Nacional “Jorge Elíseo Azucena”, tiene tres años, como centro educativo autosostenible, por lo que pueden desarrollar cada una de las actividades a las que nosotros venimos a orientarlos. Los Huertos Escolares son un mil 955, en donde participan 578 mil estudiantes a nivel nacional. Y esperamos ampliar los huertos escolares, ya tenemos la propuesta porque es un gran logro; y tenemos para el nuevo gobierno, una propuesta para que apueste a este proyecto. Sabemos que el Plan Cuscatlán, se plantea que un 60 % de huertos escolares, esperan impulsar”, sostuvo.
Wilber Francisco Martínez , director del Instituto Nacional “Jorge Elíseo Azucena”, reconoció los aportes de los huertos escolares, en donde cuentan con un macro-túnel y casa-malla, medidas agroecológicas para un mejor cultivo, por todo el apoyo de ingenieros agrónomos y otros técnicos, que le ha permitido al cuerpo estudiantil, cultivar hortalizas y generar conocimientos.
“El huerto escolar es como una aula abierta, es un espacio didáctico, que no solo reproduce alimentos para sus dietas, sino para fortalecer conocimientos y vemos el involucramiento de componentes del proyecto y beneficios, desde el cultivo mezcla del huerto y la cocina para preparar los alimentos”, explicó.
Silvia López, Técnica de proyecto de la UNES, señaló que este programa incluye de manera integral la producción, medio ambiente, educación nutrición y prevención, elementos que se entrelazan y se fortalecen con el conocimiento de un grupo de profesionales en ciencias agronómicas, que genera un impacto sostenible en el proyecto estudiantil.
“Se adquieren conocimientos en nutrición, recetas, preparaciones de alimentos y venta de productos en las tiendas escolares. Además, se implementan técnicas de nutrición como aula abierta, una herramienta didáctica y no solo produce alimentos, sino que ha fortalecido conocimientos. Así como, promoción de hábitos saludables en la comunidad educativa”, acotó.
Luis Javier Castellanos, de 17 años, presenta la mezcla natural de pequeñas ramas de bambú, melaza y agua, que ha conservado por ocho días, para aplicar a los cultivos y absorban los nutrientes del bambú así tengan mayor crecimiento.
“Esta mezcla nos sirve para foliar las plantas, hemos aprendido a que se puede dar, por segunda vez, el uso al bambú pero serán quince días, para que logremos sacar todos los nutrientes, esto le cae mejor a la planta por ser preparar ser orgánico. Para mí es importante todo lo que estoy aprendiendo, porque a futuro quiero estudiar ciencias agronómicas”, expresó.
Mientras, Kimberly Adriana Torres de 17 años, presenta los beneficios de la Casa Mallas y el Macro Túnel, que utilizan para cultivar diversas especies como el chile verde y tomates, desde un entorno condicionado y agroecológico.
“Aquí cuidamos todos el huerto escolar, quitamos el monte, sembramos semillas, regamos cada cierto tiempo y aplicamos componentes orgánicos, tenemos un ambiente adecuado para que crezcan las especies, de manera adecuada y sin plagas que le pueden afectar. Esto nos permite tener más conocimiento del medio ambiente y claro, estudiar agronomía, y también, para tener un mejor futuro, para enseñarles a los otros jóvenes, que vengan después”, manifestó.
Ramón Alberto Jiménez, sub director y encargado del proyecto de huertos caseros, consideró que la importancia de este proyecto es la integralidad, en donde intervienen las matemáticas, ciencias naturales, química y biología.
“Son 450 metros cuadrados de huerto casero, plantas ornamentales, medicinales, forestales, hierbas aromáticas, y contamos con zonas verdes y jardines, donde se cultivan desde el zacate limón, menta peperita, romero, sábila, cebollín, hierba buena, cacao, piña, espinaca, maíz, yuca, papa, chile verde, tomate, berenjenas,güisquiles y pipianes, que generan alimentos a la merienda del alumnado”, puntualizó.
En donde mil 140 alumnos, reciben estos conocimientos.
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