Hugo Lindo, poeta, novelista y cuentista salvadoreño, nació en La Unión en 1917, murió en 1985. Su poesía se caracteriza por su impronta religiosa y metafísica, como en el poema “Católica biografía del dolor”, escrita en 1943. La mirada comprometida define su obra narrativa y ensayística.
Estudió jurisprudencia y ciencias sociales en la Universidad de El Salvador, de donde se graduó en 1948. Su tesis “El divorcio en El Salvador” fue galardonada con una medalla de oro por las autoridades académicas. Fue embajador en Bogotá y Madrid, llegó a ser ministro de Educación en 1961 y fue nombrado director de la Oficina de Asuntos Culturales de la Organización de Estados Centroamericanos.
Perteneció a la Academia Salvadoreña de la Lengua, de la que fue director emérito, y miembro correspondiente de las Academias de España, Chile, Colombia y Honduras. Su poesía busca alcanzar la revelación lírica a través de la claridad y la transparencia, y es también un acto de conocimiento, una búsqueda de las formas enclavadas en la realidad.
Entre sus poemarios destacan Clavelia (1936), Poema eucarístico y otros (1943), Libro de horas (1948, primer premio del Certamen Permanente 15 de Septiembre), Sinfonía sin límites (1953), Trece instantes (1959), Varia poesía (1961), Navegante río (1963, primer premio de los Juegos Florales de Quezaltenango), Sólo la voz (1968, premiado en el Certamen Nacional de Cultura).
De su obra en prosa destacan sus narraciones religiosas e introspectivas como El anzuelo de Dios (1956) y ¡Justicia, señor gobernador! (1960), junto a otras novelas como Cada día tiene su afán (1964) y Yo soy la memoria (1983).