Conferencia dictada por la Señorita
Gabriela Elizabeth Tamayo Yánez,
alumna de bachillerato del Colegio García Flamenco,
dentro del programa «Honrar la Lengua»
– Madre, ¿adonde van los viajes?
-¿Los viajes?…..Van al olvido….
– Y los barcos que no viajan, ¿porqué se quedan?
– ¡Por niños!
– Madre, cuando sea grande, ¡yo también me iré al olvido!…..
Hugo Lindo: Una persona excepcional haciendo cosas excepcionales. Un ser humano que luchó, se esforzó y derribó barreras. Una de las bases fundamentales de la literatura salvadoreña. Pensamiento y filosofía que han influenciado a muchos países. Deseo de un país mejor.
Fue diplomático, abogado, cuentista, novelista y poeta. Nació el 30 de agosto de 1917. Murió el 9 de septiembre de 1985. Obtuvo su título de Bachiller en el Colegio García Flamenco, en la promoción de 1933, junto con Carlos Escalante Velasco, Ernesto Núñez, y René David Escalante, entre otros. Luego se graduó como Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador. Su tesis fue galardonada con medalla de oro.
Hugo Lindo encontró el amor…..y luego contrajo nupcias un sábado de 1944. De su matrimonio surgieron siete hijos. La pasión de Lindo fue siempre la literatura y la fotografía. Sus padres no comprendían la dimensión de hijo que tenían, por lo que desaprobaron sus inclinaciones hacia la lectura. Fue entonces escritor de sábado y domingo.
Fue Lindo Embajador de El Salvador en Bogotá y Madrid, Director del Departamento Editorial del Ministerio de Educación, y Ministro de Educación. Fue también Director de la oficina de asuntos culturales de la ODECA, Director Emérito de la Academia Salvadoreña de la Lengua. Su vida literaria fue influenciada por sus viajes diplomáticos en Chile, Corea y España. Sostuvo gran amistad con círculos intelectuales. Su segundo hogar: Su Librería Altamar.
Entre las obras de Hugo Lindo pueden mencionarse: Libro de Horas, primer premio del Certamen Permanente 15 de Septiembre, en 1947; Navegante Río, primer premio de los juegos florales de Quetzaltenango, en 1952; Sólo la voz, segundo premio del Certamen Nacional de Cultura; Cada día tiene su afán, segundo premio en el Certamen Nacional de Cultura.
Puedo decir que el legado de Hugo Lindo es ser un modelo a seguir; que su influencia, más que a todo un país, fue a toda la humanidad. Nunca se limitó a alcanzar sus metas y sus sueños, y fue por ello el perfil ideal del salvadoreño.
Les pido, amable audiencia, que para cerrar este homenaje a Hugo Lindo, puedan escuchar y leer un texto en el que haré un recuento de la mayoría de sus obras, pero de una forma un tanto diferente:
No soy persona FÁCIL DE PALABRA, pero sólo les pido que escuchen
SÓLO LA VOZ de la conciencia que nos habla día a día, porque al ver
cada amanecer, lo único que podemos pensar es que es el
ANZUELO DE DIOS, para hacernos reflexionar sobre la vida.
Al ver las diferentes MANERAS DE LLOVER, pareciera ser un RECUENTO
de VARIA POESÍA, clavada en nuestro corazón, que con DESMESURA
nos anima a valorar y apreciar nuestro país. AQUÍ MI TIERRA es tierra
de gente valiente, gente que lucha, gente que vence.
En otras regiones podrían decir, AQUÍ SE CUENTAN CUENTOS, pero
aquí en mi tierra, YO SOY LA MEMORIA que tiene grabada la historia
en el corazón, y que cada día luchamos para ver un país mejor.
Cualquiera podría pensar que es fantasía lo que yo hablo aquí,
pero como si de ESPEJOS PARALELOS SE TRATARA, busco en esta vida
algo que le de sentido a la existencia, me ahogo en un grito desesperado,
y no logro decidir entre GUARO Y CHAMPAÑA para aliviar mis penas.
Pero de lo único que estoy segura con el paso del tiempo, es que la voz
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