@JoakinSalazar
¿Por qué esta sociedad necesita tener campesinos sin trabajo, obreros mal pagados, gente sin salario justo? Estos mecanismos se deben descubrir, no como quien estudia sociología o economía, sino como cristianos, para no ser cómplices de esa maquinaria que está haciendo cada vez más gente pobre, marginados, indigentes, dijo el Beato Oscar Arnulfo Romero, en su Homilía de 16 de diciembre de 1979; idea que hoy resurge ante la reciente aprobación del reajuste al salario mínimo que se ve amenazado ante la oposición de la derecha y la asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).
Mario Romero, sacerdote Diocesano, ofició la misa en la Cripta de Catedral Metropolitana, donde aplaudió desde el altar el aumento al salario mínimo, recientemente autorizado por el Consejo Nacional del Salario Mínimo e instó a la feligresía a no dejar la lucha y dar continuidad hasta lograr un salario justo para todos los sectores poblacionales.
“Han llegado al acuerdo de un justo aumentó aunque no es suficiente para el área rural y la industria textil pero algo es, queda la tarea que de aquí a diciembre del 2017 se luche por un nuevo reajuste de igualdad, por la clase campesina que quedó por debajo del sector comercio e industria”, dijo el sacerdote.
Y es que pese al incremento salarial, el padre Romero lamentó que el salario para el área campesina sea inferior a la de la área urbana, puesto que no es acorde al criterio de igualdad; por otro lado, el párroco espera que la derecha oligárquica y la empresa privada no se opongan a través de la Sala de lo Constitucional y busquen bloquear el incremento al salario que tanto se merece la población salvadoreña.
“Monseñor Romero denunció la idolatría al dinero y del poder, impedían un ajuste digno al salario, nos corresponde a nosotros velad porque la ley se cumpla, en este país se ha utilizado a las leyes a conveniencia de las elites y poderosos pero nunca a conveniencia de un pueblo sufrido”, sostuvo el clérigo.
De igual manera, agregó que la población salvadoreña no debe temer ante los chantajes de la oligarquía de este país, que insiste en que la empresa privada y la inversión extranjera se irán ante el incremento al salario mínimo, que a partir de enero llega a $300 en el área comercio e industria y $250 para el sector agrícola. “No debemos temer, en este año que está por terminar e igual manera en el 2017 en que vendrán muchas luchas”, agregó.