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Para el obispo auxiliar de San Salvador, ask Monseñor Gregorio Rosa Chávez, la educación, vivienda, salud y trabajo son cuatro derechos de las familias y es ahí donde se debe seguir insistiendo para tener un futuro diferente, a fin de erradicar la violencia en el país.
Rosa Chávez señaló que la iglesia, en su propuesta para vencer la violencia que hace tanto sufrir al país, pone como clave fundamental la familia, y esto supone las que viven en condiciones infrahumanas que no pueden dar lo mejor a sus hijos porque carecen de los necesarios.
“Cuando falta el pan en la mesa, cuando no hay trabajo estable y digno, cuando no se pueden pagar las deudas del mes, es un drama doloroso, y corresponde al Estado tenerlo muy presente y a todos los que podamos hacer algo. Somos un país tan frágil que cada día este drama se vuelve peor, somos tan vulnerables, hay muchas familias que habitan viviendas muy precarias o en condiciones de alto riesgo”, comentó el religioso.
Según el obispo auxiliar de San Salvador la violencia es el mayor de los males que viven las familias, a tal punto que los miembros de las pandillas superan en número a la Policía Nacional Civil (PNC). Las familias se ven afectadas gravemente por esta situación, con frecuencia son víctimas de la extorsión, secuestro y asesinato. Entre tanto, dijo que el ataque a policías puede demostrar que se está entrando en una etapa de violencia todavía más brutal y de una confrontación más frontal entre fuerzas de seguridad y quienes están en la violencia.
“Esto nos invita a buscar caminos para la paz, creemos que se pueden encontrar, pero el precio es alto, queremos que ese precio no sea inútil. Eso es lo que se teme, que tantas vidas de servidores de la paz como los policías, pueda ser el sacrificio que no de los frutos que tendrían que dar, si bajamos la guardia y nos damos por vencido, esto se puede volver un caos”, afirmó Monseñor Rosa Chávez.