Jerusalen/AFP
Los obispos católicos de Tierra Santa pidieron a las autoridades israelíes que actúen tras un nuevo acto de vandalismo atribuido a judíos extremistas contra un edificio del
Vaticano en Jerusalén Este, a menos de tres semanas de la visita del papa.
El ministro de Seguridad interior israelí, Yitzhak Aharonovich, por su parte, señaló que su gobierno «tiene la intención de recurrir a la detención administrativa» de las personas que cometan este tipo de ataques.
Según el patriarca latino (católico romano) de Jerusalén, la inscripción en hebreo «Muerte a los árabes, cristianos y a todos aquéllos que odian a Israel» fue escrita ante la oficina de la Asamblea de obispos de Nuestra Señora de Jerusalén. Sobre la frase había una estrella de David (símbolo hebreo).
«El Centro Nuestra Señora es propiedad de la Santa Sede y esta provocación tiene lugar dos semanas antes de la visita del papa Francisco a Tierra Santa», deplora el patriarcado.
«Los obispos están muy preocupados por la falta de seguridad y la ausencia de reactividad en la escena política, y temen una escalada de violencia», añade la misiva.
«Ante la ausencia o la debilidad en la persecución (de estos actos), los vándalos ahora realizan amenazas personales», denuncia el patriarcado, haciendo alusión a recientes amenazas de muerte contra el obispo de Nazaret (norte de Israel).
«Los jefes de todas las iglesias en Tierra Santa se preparan para una serie de acciones cuyo objetivo es hacer recordar a las autoridades y encargados que asuman sus responsabilidades», añade.
Por otra parte, la policía confirmó que el miércoles en el norte de Israel se registraron nuevos incidentes contra musulmanes.
El portavoz policial Micky Rosenfeld señaló a la AFP que un hombre fue arrestado cuando pinchaba los neumáticos de vehículos pertenecientes a árabes en Yokneam.
Los investigadores intentaban establecer si el individuo también fue el autor de un acto vandálico contra el consultorio de un dentista druso (minoría árabe de fe islámica), ocurrido más temprano en la jornada. «Muerte a los árabes» y «El precio a pagar» fueron las frases pintadas en las ventanas del consultorio, según la prensa.
Vandalismo extremo, detención preventiva sin proceso
Bajo el lema «El precio a pagar», los colonos más radicales y los activistas de extrema derecha han multiplicado en los últimos meses las agresiones contra palestinos, árabes israelíes e, inclusive, contra el ejército hebreo, como reacción ante decisiones gubernamentales que consideran hostiles a sus intereses o por actos atribuidos a los primeros.
Una mujer de la colonia de Yitzhar (norte de Cisjordania), por su parte, fue detenida por proferir amenazas a soldados israelíes, según la policía.
El lunes, un tribunal de Jerusalén prolongó por tres días el arresto de otro habitante de Yitzhar, un bastión de colonos extremistas, quien es sospechoso de haber participado el 18 de abril en un acto vandálico contra una mezquita en Um al Fahem (norte de Israel).
«El gobierno tiene la intención de recurrir a la detención administrativa contra aquéllos que cometan ataques bajo el lema ‘El precio a pagar'», afirmó a la radio militar Aharonovich.
La «detención administrativa» permite encarcelar a los sospechosos sin juicio, por orden de un tribunal militar, durante periodos de seis meses renovables de manera indefinida. Este tipo de detención es utilizada actualmente sólo contra los palestinos, por razones de seguridad.
El ministro de Seguridad interior y su colega de Justicia, Tzipi Livni, mantuvieron el miércoles una reunión de urgencia con el fiscal general y los jefes de las agencias de seguridad para discutir eventuales medidas represivas.
Asimismo, el gobierno prevé aumentar las restricciones de movimiento a los sopechosos y su eventual arresto en caso de no acatarlas, según un comunicado de la ministra Livni.
Esta última había realizado el domingo un llamado a tratar la exacciones de colonos y extremistas judíos contra palestinos o árabes israelíes como actos «terroristas», después de que el departamento de Estado norteamericano mencionara, aunque de manera algo vaga, los ataques en aumento de «El precio a pagar» en su informe anual sobre terrorismo.
El lunes, la policía israelí arrestó a siete menores judíos acusados de actos de vandalismo racistas en Jerusalén, había señalado a la AFP la portavoz de la policía, Luba Samri.
Sin embargo no se han producido procesos.
Los adolescentes, de entre 13 y 15 años, inscribieron grafitis con la manida frase «El precio a pagar», utilizada por los extremistas judíos contra lugares de culto musulmanes y cristianos, y con mensajes en homenaje al rabino Meir Kahane (el jefe del movimiento Kach, de inspiración racista antiárabe).
Las fuerzas policiales habían detenido el domingo en la ciudad vieja de Jerusalén a otros tres jóvenes israelíes por haber escupido contra un sacerdote. Los agresores portaban en sus mochilas banderas israelíes con la palabra «Nekama» (venganza en hebreo) y «El precio a pagar», añadió la portavoz.