Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
La plaza principal del parque de Asunción Mita, Jutiapa, Guatemala, frente a la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, fue el escenario de un encuentro binacional entre la comunidad católica y organizaciones sociales ambientalistas, que buscan el cierre definitivo del proyecto minero Cerro Blanco, porque afectaría las aguas transfronerizas de la Cuenca Ostúa, Güija y Lempa.
El encuentro eclesiástico entre una delegación de Cáritas de El Salvador, sus anfitriones de la orden de frailes franciscanos, consejo parroquial y organizaciones ambientalistas compartieron experiencias y apoyo en el fortalecimiento de la próxima Consulta de Vecinos de Asunción Mita, a realizarse el 18 de septiembre del presente año.
Los mitecos, cuya patrona es la Virgen de la Asunción, compartieron con sus pares salvadoreños los avances y esfuerzos en la logística de la votación al “NO” a la minería y de su determinación en la defensa de la tierra, el aire y el agua del lugar, tras señalar que los bienes naturales son creación de Dios.
María del Carmen Sifuentes Salguero, integrante de la Pastoral de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, maestra reconocida en Asunción Mita, consideró que la reunión era para fortalecer el vínculo como “hermanos centroamericanos” y que compartían la problemática de la mina Cerro Blanco, que ha solicitado un cambio de extracción de metales preciosos de manera subterránea por el de cielo abierto.
“Estamos luchando contra este monstruo (Elevar Resources) que avanza a pasos agigantados y que en casi 20 años han entrado con proyectos que traían y que sin consultarle al pueblo los instalaron. Ahora cambian de una minería subterránea a una minería a cielo abierto”, dijo.
Asimismo, señaló que “La minería a cielo abierto es grave y netamente destructiva, y la fuente de agua de Asunción Mita, un valle que ha sido bendecido, se terminaría y es por esto que estamos en esta lucha con autoridades eclesiásticas, nuestro párroco Fray Roberto González y salvadoreños porque estamos preocupados”, indicó Sifuentes.
La Cuenca Trinacional Río Lempa se encuentra en Olopa, Guatemala y culmina en su desembocadura en el Océano Pacífico en territorio salvadoreño. El río tiene una longitud de 422 kilómetros con: 30.4 kilómetros de recorrido en Guatemala, 31.4 kilómetros en territorio hondureño y 360.2 kilómetros en El Salvador. Lo que traería impactos importantes a la cuenca del río Lempa, por el vertido de aguas contaminadas provenientes de la minería metálica que utiliza arsénico para separar la roca de los metales como oro y plata, así como el drenaje ácido que produce esta actividad económica.
Sobre la Consulta Municipal de Vecinos, María del Carmen Sifuentes informó que se reunieron con los integrantes del Concejo Municipal y el alcalde de Asunción Mita, para presentarle el reglamento y la pregunta que irá en la consulta programada para el próximo 18 de septiembre, que lo consideró idóneo por enmarcarse en el “mes de la patria y la “patria grande “ al referirse a Centroamérica.
“Estamos compenetrados en eso y estamos trabajando unidos en nuestro proyecto Pastoral Diocesano Misionero con los objetivos del cuidado y preservación de todos nuestros recursos naturales. Estamos luchando –ellos- Elevar Resources, ya iniciaron una campaña también de convencimiento para la gente y se han identificado con playeras rojas, pero también nosotros estamos trabajando en una campaña de concienciación para un NO a la minería”, manifestó.
Mientras, Monseñor Samuel Elías Bolaños, Obispo de la Diócesis de Zacatecoluca, La Paz, y presidente de Cáritas de El Salvador, vicepresidente de la Conferencia Episcopal y encargado de Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM), expresó la preocupación por la posible activación de la mina Cerro Blanco, que procesaría oro y plata, que traería contaminación de metales pesado a la cuenca Ostúa-Güija-Lempa.
“Si aprueban la apertura de una mina a cielo abierto tendremos consecuencias catastróficas e irreversibles para los salvadoreños y recordemos que el 30% de estas aguas abastece a San Salvador. Nosotros venimos apoyar esta consulta municipal, porque también seremos afectados”, afirmó.
“Es por esto que invitamos a todos los ciudadanos a que se pronuncien por los primerísimos afectados que serán los pobladores de Asunción Mita, porque la utilización y manejo del agua o la tierra son graves. Sabemos que las minas desertifican por tiempo prolongado y el problema más grave es que se llevan esas riquezas y solo le dejan al país los problemas sociales y el desierto”, reafirmó Monseñor Boñaños.
Similar postura tuvo Julio González, del Colectivo Ecologista Madre Selva de Guatemala, al calificar de “nueva ola de saqueos” a la industria minera que ha sido propiciado, según su opinión, por el agotamiento del modelo agroexportador y que la irrupción del “modelo extractivista”, agrede los bienes naturales con mayor presión.
“Este modelo extractivista requiere para su desarrollo arrasar con todas las leyes que tienen enfrente y particularmente los derechos humanos, los derechos ambientales y los derechos constitucionales. Y los gobiernos actualmente se caracterizan por un esquema de poder, pero no para consensuar ni para consultar o informar”, afirmó.
Como Madre Selva han investigado los informes de impacto ambiental presentados por la empresa propietaria de la mina Cerro Blanco, “y a todas luces aprobada ilegalmente”, comentó Julio González, al mencionar que este proyecto acumula 15 años de fracasos, en donde jamás extrajo oro ni tributaron al fisco y que por ley tuvieron que haberla cerrado en el año 2012.
“Estamos con este carácter que somos ciudadanos centroamericanos, no veamos fronteras porque compartimos agua, tierra y clima, ahora estamos compartiendo las desgracias que estas empresas dejan en nuestros países. Y no solo la minería, también la energía hidroeléctrica, los monocultivos que como la palma aceitera, cardamomo, caña de azúcar y esto prácticamente está avanzando. Este no es un modelo de desarrollo, sino de destrucción y ahora debemos luchar para que no avance”, expresó González.
“Creemos que el desarrollo de nuestras comunidades y pueblos es el agua y no el oro”, reiteró Armando Teo Villeda de la Comisión Laudato Si, de la parroquia Nuestra Señora la Asunción, al opintar que el desarrollo que construyen desde sus comunidades y pueblos, están vinculadas al cuido de los bienes naturales.
“Agradecemos a la Iglesia Católica de unirnos para frenar este monstruo (minería) que realmente lo único que pretende traer a estas comunidades es más pobreza, más migración comunitaria, ya que realmente hemos entrado en competencia por el agua con ellos y puesto que nuestros recursos variados en Asunción Mita, vamos a defenderlos, porque la gente ya reconoció que nos están robando nuestros recursos naturales“, refirió.
En cuanto a los recursos legales para defender las aguas del río Lempa, Edgardo Mira, de CEICOM El Salvador, señaló que el plan Trifinio entre Guatemala, El Salvador y Honduras es suficiente para parar la ambición de Blue Stone Resources a través de Elevar Resources de explotar la Mina Cerro Blanco.
“Plan Trifinio es un instrumento legal y es suficiente para bloquear ese proyecto del Cerro Blanco, entonces ¿Por qué no se ha hecho?, pues los gobiernos parte del Plan Trifinio no quieren que se anule la inversión minera. Además, hay otros instrumentos como el derecho humano del agua, el derecho humano a la salud y medio ambiente, porque los derechos humanos y los bienes naturales no tienen fronteras y debemos apostarle a esto”, concluyó Mira.
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