Marlon Chicas
El Tecleño Memorioso
Desde su origen, Santa Tecla se caracterizó por sus majestuosas edificaciones y monumentos, los que, a pesar del tiempo y fenómenos naturales, se mantienen en pie de forma majestuosa, entre estos el templo dedicado a Nuestra Señora del Carmen, del que conoceremos detalles pocos conocidos de esta edificación histórica.
Dicho santuario, representa para el suscrito, bellos recuerdos de infancia y adolescencia, en la que colaboré como monaguillo, apoyando muchas veces la limpieza de éste, así como el cuido de la imagenería religiosa que contenía dicho templo, antes del terremoto de 2001.
De acuerdo con la tesis de grado de la arquitecta Tatiana Martínez Domínguez, en 2002, el santuario de Nuestra Señora del Carmen cuenta con ciertos valores que la hacen especial de otras estructuras de su época, entre estas la influencia neogótica reflejada en la altura de sus dos torres laterales, que simbolizan la elevación del espíritu hacia el Supremo Creador.
En lo relativo a sus materiales, la arquitecta Martínez resaltó la textura y materia prima utilizada para su construcción, como madera y lamina lisa, propias del periodo de finales del siglo XlX y principios del XX. De acuerdo con su investigación, está lámina era capaz de soportar movimientos sísmicos, por lo que esta técnica fue adoptada luego de los terremotos de 1873 y 1917. En cuanto a su valor científico, constituye una de las primeras manifestaciones de la técnica constructiva de madera y lamina en Santa Tecla, lo que marcó una diferencia en su arquitectura y en el uso de estos materiales.
Un dato importante para resaltar de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen es haberse convertido en el centro de atención de la sociedad tecleña, como reflejo de la espiritualidad de la ciudad, así como del florecimiento de colegios, conventos y edificaciones religiosas a cargo de diferentes órdenes con el correr del tiempo.
Con relación a lo anterior, se considera un símbolo importante para los tecleños, así como carta de presentación, que trajo como consecuencia la promoción de diversas organizaciones civiles con fines religiosos que se reunían en ella.
En opinión de la arquitecta Martínez, este templo posee diversidad de técnicas constructivas, así como la implementación de materiales, elementos y tecnologías novedosas integradas con inventivas y manuales tradicionales en un conjunto arquitectónico armónico de valor único por su insólito eclecticismo constructivo, siendo la primera edificación religiosa neogótica del país.
No puedo dejar de recordar con cariño a algunos de sus ilustres presbíteros como: Segundo Azcue, Jaime Martínez, Santiago Garrido, Jesús de Esnaola, Francisco Platero, Jaime Vera Fajardo, Ramón Sesma, Suazu, Badiola, entre muchos otros ¡Protejamos nuestro patrimonio cultural!
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