La Habana / AFP
El presidente de la Conferencia Episcopal de Cuba, Emilio Aranguren, llamó a los católicos a opinar de manera «serena, libre y voluntaria» en las actuales reuniones populares sobre la nueva Constitución de la República.
«Comparto algunos criterios que puedan sustentar una participación serena, libre y voluntaria» en esos debates populares que se realizan en la isla del 13 de agosto al 15 de noviembre.
La misiva de Aranguren a los fieles está en el sitio de internet de la arquidiocésis de Holguín (este), donde es Obispo, y fue leída en los templos de esa provincia y de las Tunas, este fin de semana.
La nueva Carta Magna, aprobada por el Parlamento en julio, está siendo sometida a las opiniones de la población en reuniones en centros laborales, estudiantiles y barrios.
A este proceso de discusión están convocados 8,5 millones de residentes mayores de 16 años, y 1,4 millones de emigrados.
Su resultado final se tendrá que aprobar en un referendo nacional el 24 de febrero del próximo año.
Para Aranguren se debe participar en las reuniones «alejando de nosotros toda actitud de miedo, apatía o indiferencia para, de esta forma, brindar nuestro aporte sincero con el deseo de avanzar en la construcción de una Patria» bajo el ideario del héroe nacional José Martí, «con todos y para el bien de todos».
El proyecto constitucional, entre otras reformas, reconocerá el papel del mercado y la actividad privada en la economía socialista de la isla, aunque siempre bajo la tutela del único y gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).
También restituirá además la figura del presidente de la República -actual presidente de los Consejos de Estado y de Ministros- y se creará el cargo de primer ministro.
El jerarca católico no menciona el tema del matrimonio igualitario, uno de los más polémicos del proyecto, aunque aclara que «en días posteriores, espero volver a escribirles para tratar sobre otros temas que requieren ser pensados y rezados a partir de la ética cristiana».
El pasado 9 de agosto, el presidente de la Comisión Nacional pastoral familiar, Wilfredo Pino, obispo de Camagüey (este), felicitó a su par de Argentina, Pedro M. Laxague, por el rechazo parlamentario al aborto libre.
«Queremos expresarles por estas líneas nuestra felicitación y nuestra cercanía por tal acontecimiento. ¡Ha ganado la vida! ¡Se salvarán de la muerte muchos inocentes!», dijo en su carta publicada en el sitio de la Conferencia Episcopal.
En Cuba es aborto es libre y gratuito desde hace medio siglo.