Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
En la cripta de Catedral Metropolitana en San Salvador, el padre Miguel Morán, de la parroquia de San Jacinto, presidió la tradicional misa a los feligreses que recibieron la palabra de Dios, a quienes instó a ser más cristianos tal como lo fue Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
En el diario caminar, según dijo Morán, Dios ha hecho profetas a los feligreses y no son de temporada ni de ocasiones, sino para siempre, “ese profetismo debemos de vivirlo alegremente consciente en todo momento ante cualquier circunstancia”.
Monseñor Romero fue un profeta asesinado en 1980 por defender a su pueblo, ahora, es Santo. Durante su tiempo en vida predicó la palabra de Dios e instó a los que tenían el poder a que respetaran los derechos de las personas, situación que le arrojó una oposición y hostilidad estatal, pero dejó un gran legado para el mundo entero.