Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
Este domingo el padre Guillermo Palacios presidió la misa en la cripta de catedral metropolitana, donde habló sobre la inspiración que el señor y Monseñor Romero tenían a través del Espíritu Santo, y de los dones que el señor brinda a la feligresía.
Palacios sostuvo que el Espíritu Santo ilumina a su iglesia y hace ver el camino hacia Jesucristo. También, recordó que Monseñor Romero por defender a su pueblo llegó al martirio, en ese sentido el padre comentó que la iglesia debe seguir con sus pasos y defender a sus prójimos.
Los feligreses recordaron que Monseñor Romero afirmaba que Cristo envía en un soplo leve al Espíritu Santo que luego se convierte en un huracán que atrae a la humanidad, en ese sentido, en la procesión de ofrendas presentaron a los apóstoles y a la Virgen María, recibiendo al Espíritu Santo, con ello simbolizan que esperan el soplo del espíritu convertido en huracán para desarraigar el miedo de llevar esa fuente de vida y de paz que es la palabra de Dios.
También los religiosos presentaron un cuadro del Espíritu Santo simbolizando que le hacen una súplica al señor en el sentido de renovar la tierra para que ya no existan guerras tampoco ambiciones expansionistas que tanto están destruyendo la unidad la paz y la justicia en el mundo, haciendo referencia a la guerra entre Rusia y Ucrania.
El padre Guillermo Palacios hablo también de los dones que el señor brinda, como, por ejemplo, la sabiduría, la piedad, la fortaleza, el entendimiento, la ciencia, la sabiduría y el temor de Dios, todos estos dones son importantes para entender la gracia de Dios, comentó.
En otro punto, hace 23 años en Pentecostés nació la Comunidad de la Cripta de Catedral, y desde entonces promueve la verdad del Evangelio a través del pensamiento y la palabra profética del pastor y mártir Monseñor Óscar Arnulfo Romero, por tal presentaron el número 23, simbolizando los años que el Espíritu Santo le sigue permitiendo hacer vida al Evangelio “sin ataduras y al estilo de Jesús”.
Aseguraron que la fiesta de Pentecostés se manifiesta en la cripta de Catedral Metropolitana como un hálito de vida en favor de los desposeídos, en ese sentido presentaron la canasta de víveres que simbolizan la alegría y la misericordia con la que dicha comunidad la entrega a sus hermanos y hermanas para aliviar su carencia de alimentos y para fortalecer su espíritu.