Diana Ochoa
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La iglesia María Auxiliadora, viagra sale ubicada en el barrio San Miguelito de San Salvador y mejor conocida como (Don Rúa), medicine transmitió en vivo el evento de beatificación del ahora beato Oscar Arnulfo Romero.
La transmisión fue realizada desde dos pantallas que fueron colocadas en los extremos del templo, con el propósito de que los fieles que no pudieron movilizarse hasta el monumento al Salvador del Mundo, pudieran ser partícipes de este acontecimiento tan importante y significativo para la iglesia católica.
De acuerdo con el Padre José Manuel España, sacerdote de la iglesia María Auxiliadora, la iniciativa surgió como una necesidad debido a que gran parte de la congregación son personas adultas mayores. “Acá en la mañana se habilitaron unas pantallas adentro del templo para que pudieran venir las personas, especialmente los ancianos y cualquier persona que tuviera dificultades de llegar a la celebración hasta allá, se estuvo avisando con bastante tiempo de que se iba a realizar de esta forma, se empezó la misa normalmente y desde aquí se escuchaba decir ¡Viva Monseñor Romero!. La mayor parte de las personas que vinieron son de los lugares aquí cercanos, pues para muchos era difícil llegar hasta allá, por el sol y todas esas cuestiones que la gente previó”.
Además, añadió que esta parroquia se organizó para poder participar del evento de beatificación de muchas maneras, con la finalidad de que la mayor parte de los creyentes vivieran de una u otra forma esta importante celebración. “Por parte de la parroquia para ir a la beatificación se armaron dos grupos, los jóvenes voluntarios, que salieron a las tres de la mañana de aquí y que sirvieron de diferentes formas en la zona cero, es decir, el templete y también de parte de todas las pastorales, muchas personas salieron desde acá a las cinco de la mañana, caminando hasta llegar a la plaza Salvador del Mundo con mucha alegría y esta es la manera en la que nosotros hemos promovido la participación en la beatificación de Monseñor Romero” concluyó España.
Por su parte, Hilda Betty Palacios, asistente a la transmisión del evento, manifestó: “me siento bien emocionada porque recuerdo ese mero día del asesinato de Monseñor y pues, viendo esto se me han rodado las lágrimas de la emoción, ¡bellísimo, bellísimo! Porque para nosotros la beatificación representa una gran bendición, no solo para el país, sino que para el mundo entero y eso nos da bastantes mensajes para motivar a los demás hermanos”.
Finalmente, Carlos Hasbun, manifestó entre lágrimas, suspiros y voz entrecortada, como vivió el acto de beatificación de Monseñor Romero, y calificó como “un acto muy emotivo, la beatificación de Monseñor Romero, es la justificación de un mártir y el sacrificio de años de guerra de gente que migró, de gente que murió, de gente que se perdió y hasta ahora, hay gente que no se encuentra. Para mi es el final del culmen de la justificación de una maldita guerra que no nos llevó a nada. Yo pertenecí a un movimiento que se llamaba Obreros de la Palabra y para mí con la muerte de Monseñor Romero se me murió el jefe y el arcoíris que se formó al momento de la beatificación fue una verdadera confirmación del cielo”.