Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Mediante un acto ecuménico, las iglesias históricas y movimientos sociales se unieron al gozo y alegría de la feligresía católica, por la beatificación de fray Cosme Spessotto, padre Rutilio Grande y sus dos colaboradores, quienes con su estilo de vida enseñaron lo que implica el seguimiento a Jesús y asumir el evangelio.
“A muchos de nuestros hermanos más pobres se les niega sus derechos, Jesús sigues siendo crucificado en ellos, perdónanos y danos resistencia, esperanza y fuerza para seguir trabajando por la justicia, para que nos liberes de estos dioses del poder. Danos esperanza para crear un mundo donde quepamos todos, sin excluir a nadie, ya que nacemos libres, haz que permanezcamos libres hasta que retornemos a ti”, fueron las oraciones elevadas a Dios durante la celebración ecuménica.
Para la iglesia Luterana esta es la fiesta de los pobres, la que viene de Dios, la certeza de la esperanza de quienes mueren en Dios, siempre serán dignificados y exaltados ante la luz. El padre Rutilio Grande, Nelson Rutilio Lemus y Manuel Solórzano, fueron asesinados el 12 de marzo de 1977, mientras se dirigían a oficiar una misa en la iglesia de El Paisnal, a la altura del cantón Los Mangos; fray Cosme Spessotto, fue asesinado de rodillas adorando el Santísimo Sacramento, el 14 de junio de 1980, en el templo parroquial de San Juan Nonualco, La Paz, donde fue párroco por 27 años.