Alma Vilches
@AlmaCoLatino
En el 45 aniversario del asesinato de Monseñor Romero, las iglesias históricas se unieron para dar un rechazo absoluto a la minería metálica en el país, con un acto ecuménico en las afueras de la Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES).
“Nos hemos unido en un solo espíritu, para decir que no queremos proyectos de muerte, no queremos proyectos que vengan a atentar contra la vida humana, oramos por aquellos hermanos también, que, incluso, están a favor de las empresas extractivistas, para que se conviertan y el espíritu de Romero les cambie su corazón y forma de pensar”, expresó Neftalí Ruíz, obispo de la iglesia católica antigua.
Dijo que las iglesias históricas se solidarizan con quienes han sido perseguidos por oponerse a los proyectos mineros, como los cinco ambientalistas de ADES Santa Marta, y quienes en su momento ofrendaron su vida por defender los recursos naturales, entre ellos, Marcelo Rivera, Ramiro Rivera, Dora Sorto y el bebé de ocho meses que llevaba en su vientre.
“Pedimos aquellos que están sufriendo todo tipo de atropellos, que han sido encarcelados o sentenciados injustamente por este Régimen de Excepción, debemos continuar, pero sabemos que esta lucha no va a ser fácil, se nos va a acusar, difamar y calumniar, pero también eso lo hicieron con Cristo y Monseñor Romero”, sostuvo Ruíz.
Según el padre Trinidad Nieto, Monseñor Romero tenía mucha confianza y fe, de que el pueblo organizado es el quien puede lograr cambios de justicia social, lo cual, es un legado que él dejó y debe continuar.
Reiteró que si al país ahora lo están agobiando con proyectos de muerte, es porque han valorado que con este pueblo se puede hacer cualquier cosa, porque no tiene capacidad de resistir ni de oponerse.
“Somos pequeños, pero en esa semilla está la fuerza que poco a poco va creciendo y que un día impondrá el derecho, la justicia y la verdad para el pueblo, y derrotará los proyectos de muerte, eso nos dejó Monseñor Romero y ese es su legado”, agregó.
El religioso recordó que hace 45 años las oligarquías de quienes tienen el poder, hicieron callar a Monseñor Romero, pero ahora hay un pueblo para decir que él está resucitado y comunica su mensaje.
El 24 de marzo de 1980 a las seis y media de la tarde, durante la celebración de una misa en la capilla del Hospital de la Divina Providencia, Monseñor Romero fue asesinado en el mismo altar por un francotirador.
El crimen se atribuyó a grupos de ultraderecha, afirmándose que la orden de disparar habría sido dada por el antiguo mayor Roberto D’Aubuisson, uno de los fundadores, posteriormente, del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
Fue canonizado en octubre de 2018 por el Papa Francisco, San Óscar Romero es reconocido como un mártir de la fe, su legado continúa en quienes defienden los derechos humanos y trabajan por los más necesitados.