Gloria Silvia Orellana
Oscar López
@Redacción Diario CoLatino
El rostro sereno de Pedro Ramos Hernández cambia de inmediato frente a la visión de seis pequeñas cajas que no miden más de 25 centímetros, sobre ellas, una rosa blanca y un listón negro que la resalta. Se humedecen sus ojos mientras expresa que aún espera justicia para las víctimas.
Antropólogos del Instituto de Medicina Legal (IML) entregaron a familiares, que fueron acompañados de abogados de Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández”, y que representan a las víctimas en el proceso judicial en el Juzgado Primero de Segunda Instancia, en San Francisco Gotera, Morazán.
El sencillo acto de entrega de los restos de las víctimas trajo a la memoria de los sobrevivientes el episodio de la ejecución de miles de personas, en su mayoría niños, adolescentes, mujeres y adultos mayores, que llevó a cabo el batallón Atlacatl, a cargo del coronel Domingo Monterrosa Barrios y otras unidades militares.
La masacre de El Mozote y sitios aledaños, ocurrida en diciembre de 1981, es el crimen masivo más documentado de la historia y se ha considerado entre los más “mortíferos” de América Latina.
“Yo vengo de La Joya, jurisdicción de Meanguera, departamento de Morazán. He venido a reclamar los restos de mi compañera de vida Cristina Martínez Romero y María Reina Claros Maradiaga, que solo esto nos hacía falta para darles santa sepultura. Y pido que no se les vaya olvidar la aplicación de justicia contra esos animales que hicieron esto”, expresó Pedro Ramos.
Ramos aún recuerda que el 11 de diciembre de 1981 sus familiares fueron asesinados por el ejército cuando “estaban en el caserío Los Martínez, cantón La Joya, jurisdicción de Meanguera, y fueron los del batallón Atlacatl. ¿Por qué aseguro que fueron ellos?, porque un día antes llegaron a gritar que no saliera la gente de sus casas, porque venía el batallón Atlacatl a hacer una limpieza en el departamento de Morazán. Bonita limpieza vinieron a dar esos perros, es una injusticia lo que llegaron a hacer, por eso pido justicia para esos animales, que no queden impunes”, reafirmó.
Y si bien reconoció que al entregarle los restos óseos de sus familiares, para cerrar un círculo de una etapa de su vida, reiteró su llamado a la Fiscalía General de la República y al juzgado que lleva el proceso judicial, de aplicar justicia, a fin de honrar la memoria de las víctimas y reivindicar su inocencia.
“Allá han llegado (a La Joya) defensores de la Fuerza Armada a interrogarlo a uno. ¿Que cómo sabíamos que era el batallón Atlacatl?, pero si ellos han gritado un días antes que iban a llegar. No pueden decir que es mentira a estas alturas”, sostuvo.
Wilfredo Medrano, abogado de Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández”, aseguró que los familiares de las víctimas quieren conocer la verdad sobre el caso, además de que se haga justicia y se castigue a los involucrados en la masacre. “Al recibir los restos, los familiares cierran el proceso de duelo que han vivido por más de 37 años, hoy tienen la oportunidad de darles sepultura, de acuerdo a sus creencias religiosas, y con ello creemos que los familiares tienen una tranquilidad interna”.
Hasta la fecha se entregaron los restos a más de 30 familiares de víctimas.
Medrano indicó que falta entregar los restos de las exhumaciones hechas en 2016 por el equipo argentino de antropología forense.
En lo referente al caso penal, por la masacre de El Mozote, Medrano informó que hasta la fecha han declarado 44 testigos, además se prevé que próximamente se presenten peritajes militares, antropológicos, culturales, socioculturales requeridos por el juez del caso.
“Esperamos que dentro de poco se dé la audiencia de juramentación de estos peritos, para que el proceso avance y el juez tenga más elementos para elevar el proceso a vista pública y se logre establecer la responsabilidad penal de los hechores, en este caso el Alto Mando y la cadena de mando del batallón Atlacatl”, afirmó Medrano.