Caralvá
Intimissimun
Aquella debacle económica histórica iniciada en 1929 se prolongó en la década de 1930, algunos académicos consideran continuó hasta la segunda guerra mundial; en nuestra nación se manifestaba el Impago a los trabajadores y el rechazo a la moneda emitida por el gobierno de Araujo por el cambio de oro. Los efectos económicos se pronuncian en El Salvador después del 2-3 de diciembre de 1931 fecha del cuartelazo[1] pero existen otros connotados eventos que reflejan la crisis, así el 29 de diciembre de 1931 el Diario Latino, en su portada hace alusión a la relación de Estados Unidos y El Salvador con su titular: “El Tío coyote no reconoce al gobierno VI” firmado por Miguel Pinto anotando en su crónica: “Y allí va un regalito de Navidad. El 24 en la noche, la noche del Niño, que trajo para los nenes regalos de juguetes, dulces y otras golosinas, “Tío Coyote”, con la frente fruncida, lanzó a los Niños de Centroamérica, como aguinaldo, una nota brava manifestando, que no reconoce gobiernos surgidos de golpes militares, aunque estén obligados por la Constitución de la República, así no más, sin que medie el deprimente permiso de “Huy que te come el viejo”, puesto en evidencia, por medio de oficial notificación, en la que no reconocen al actual gobierno, sin duda basados en que tienen “gallo amarrado” para hacer “chinga”…
Mientras en la sociedad civil se multiplican las opiniones publicadas en Diario Latino, una de ellas: “La constitucionalidad del nuevo régimen y el asunto del reconocimiento de El Salvador” por Atilio Pecorini, los abogados se pronuncian divididos entre defensores y detractores, al final ya conocemos la ilegalidad manifiesta en la ruptura constitucional.
El día 30 de diciembre de 1931 Diario Latino publica en su titular principal: “30 por ciento de rebaja en los sueldos de los empleados públicos”: De hoy a mañana saldrá el decreto en que se toma esta medida para rebajar el presupuesto. En esta rebaja quedan excluidos los individuos de Policía, Guardia Nacional y Tropa. En El Ejército desde el sub-teniente entra en esta economía.
En vista de la difícil situación que atraviesa el país y en el aspecto puramente económico, con los pesados fardos de deudas contractuales que tiene que atender el Tesoro Público, las cuales quedaron como una insolvente herencia de regímenes pasado, el Gobierno actual se ve en imposibilidad material de poder sufragar los gastos y sueldos de la Administración Pública, ya que las rentas públicas han sufrido profundos y sensibles descensos. En efecto, una de las preocupaciones más grandes del Gobierno del general Martínez es la de encontrar una manera de poder pagar a todos los servidores del Estado, en la medida que las rentas públicas lo permitan, y para ello, es decir, para que todos los empleados puedan estar al día, es preciso que todos pongan el contingente de su buena voluntad admitiendo el sacrificio del recorte de sus sueldos. De esta suerte probablemente esta tarde, el Diario Oficial se promulgue un Decreto del Poder Ejecutivo en Consejo de Ministros, rebajando a un TREINTA por ciento los sueldos de todos empleados civiles, como militares. Los únicos exceptuados esa rebaja, son los sueldos de los individuos -unidades de los Cuerpos de Policía, Guardia Nacional y tropa, es decir, de subteniente arriba, tendrán que sujetarse al citado Decreto de Rebajas”. amazon.com/author/csarcaralv
´
[1] En artículos anteriores hemos indicado los elementos previos a ese evento histórico.
Debe estar conectado para enviar un comentario.