La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, declaró el lunes improcedente la demanda de inconstitucionalidad de la denuncia del Tratado de Libre Comercio entre El Salvador y Taiwán.
Al establecer relaciones diplomáticas y comerciales con la República Popular China, El Salvador, tenía no solo romper relaciones diplomáticas con Taiwán, sino también toda relación comercial producto de un tratado, como es el caso del TLC entre ambas naciones.
Por lo anterior, el 13 de diciembre de 2018, el ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, denunció el TLC con Taiwán, cumpliendo -por supuesto- los procedimientos del mismo tratado.
Tras la denuncia, atendiendo aspectos políticos, más que comerciales o de negocios, un grupo de empresarios productores y exportadores de azúcar interpusieron una demanda de inconstitucionalidad.
La acción de los empresarios salvadoreños se puede entender solo desde el punto de vista político, pues la República Popular China, se había comprometido a comprar todo el azúcar que los empresarios salvadoreños vendía a Taiwán, que es muy inferior a la que exporta al gigante asiático.
Creemos que la resolución de la Sala, ha dado señales que no va a ser una entidad al servicio de los intereses de ciertos sectores pudientes en el país, eso es bueno, porque es una señal que genera confianza en la ciudadanía; además el respeto a los órganos del Estado, pues claro está que el tema de las relaciones diplomáticas y comerciales es función exclusiva del Órgano Ejecutivo.
Ojalá el Gobierno de Nayib Bukele, mantenga relaciones diplomáticas con la República Popular China, esto no solo beneficiará al Gobierno mismo con la cooperación, también al sector privado, a los empresarios, pues se pueden hacer negocios que contribuyan a mejorar la economía salvadoreña.
Es cierto que Estados Unidos, está presionando para que se rompan las Relaciones con China Popular, pero, es preciso recordarle a Estados Unidos que El Salvador, es soberano, independientemente de que el principal socio comercial hasta hoy sea la potencia del norte, o que cinco mil millones de dólares en concepto de remesas las envíe más del 90 % de los salvadoreños residentes en Estados Unidos, de forma legal o indocumentados.