Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
Paulita Pike, junto a un grupo de “romeristas”, que se autodenominan como “Cultura Romeriana”, se dedican a promulgar y difundir el pensamiento evangelizador de Monseñor Romero, dando seguimiento a su proceso de beatificación en el 2015, así como la asunción a los altares.
“Cultura Romeriana nació hace 20 años, pero antes solo se llamaba Monseñor Romero, comenzamos en Facebook, pero a medida que nos íbamos uniendo y creciendo como grupo, se nos viene la noticia que iba a ser beatificado, eso nos cambió todo, y optamos por el nombre de Cultura Romeriana. Porque me pareció interesante poder recoger todas esas expresiones culturales que se dan en torno a Monseñor Romero, con poemas, teatro, música, danza, en fin, una expresión cultural. Y luego los testimonios, que son como una guía que testifica la fe de la gente por él”, explicó.
Sobre los milagros de Monseñor Romero, agregó que son muchos, que no están documentados formalmente, pero que Cultura Romeriana ha podido ir dándole seguimiento y con testimonios tan fuertes, como el de su muerte en el Altar.
“No olvidemos que hay mucha gente que conoce a Monseñor Romero y que nunca ha querido hablar de él, ya sea por miedo, por la distancia donde ahora residen, pero cada vez que sienten o tienen oportunidad, un espacio para hablar del porqué Monseñor Romero es especial para ellos y ellas, se extienden y hablan bellezas de él, en cada testimonio de curación de enfermedades, porque les ayudó a encontrar un trabajo o porque lograron llegar a Estados Unidos. Son miles de cosas que la gente le da gracias, y tenemos de todo hasta obras intangibles”, reiteró.
Cultura Romeriana también ha tenido que trabajar mucho para establecer su trabajo, recuerda Paulita, quien comenzó su trabajo en la Fundación Monseñor Romero, junto a Monseñor Ricardo Urioste, con quien trabajó para provocar un cambio frente al legado del Beato Romero.
“Sabíamos que el mejor espacio para conservar la memoria de Monseñor Romero era en la Cripta en Catedral Metropolitana, y se me vino a la mente que teníamos que cambiar dándole el espacio, porque la gente que llega deja bordados, dibujos, cartas, pinturas, que son expresiones personales y culturales.
La cripta ha tenido una serie de etapas desde el principio, cuando solo era encementada, hasta su transformación. He sido testiga de su evolución, ha sido un poco difícil este recorrido, y con gente que no quería a Monseñor Romero, gracias a Dios, ahora estamos felices que la gente llega más y está trabajando en su obra evangelizadora”, señaló Pike.
Asimismo, celebró el trabajo en conjunto de la iglesia con la Compañía de Jesús, para buscar la beatificación del padre Rutilio Grande, y preparado el expediente de su vida, como pastor y guía, quien convivió con el pueblo de Aguilares y El Paisnal. Que junto a Monseñor Romero, muchos no lo conocen y por esto tienen una idea equivocada de sus pastorales.
“Carlos Colorado, que es el bloguero de “Súper Martirio” (polycarpi.blogspot.com) comenta que siendo un niño de 8 años de edad iba a la Catedral junto a su abuelita a escuchar a Monseñor Romero, y dice que sentía que el Obispo Mártir era como su padre y se enamora de sus homilías.
Posterior, sus padres lo llevan a Estados Unidos y estando en Nueva York asiste a una escuela pública, donde tenía un profesor judío que era lo más humano y solidario con él. Y ese amanecer del 24 de marzo de 1980 lo recuerda muy gris y tenía un bajo estado de ánimo. Al llegar a su casa la primera noticia en el televisor era el asesinato del arzobispo Romero. Carlos sintió que le habían matado a su papá y señaló que al día siguiente su profesor judío lo estaba esperando en las gradas para darle sus condolencias y decirle lo mucho que sentía lo que le había pasado a Monseñor Romero, porque sabía lo que significaba para él en su vida”, recordó.
Carlos Colorado, luego de un tiempo se inspiró en la vida del Obispo Mártir, y aproximadamente 12 años atrás, creó la “Coronilla del Beato Romero”, que describe los momentos más proféticos de su vida y que ahora difunde Cultura Romeriana.