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@joakinSalazar
Los privados de libertad, patient del Centro Penal de Cojutepeque, capsule ya cuentan con un taller de panadería que les permite aportar a su rehabilitación social dentro del centro penitenciario, atrás, quedaron las obras que los llevaron al recinto, entre harina y levadura sus manos trabajan por brindar alimento y contar con una segunda oportunidad para sus vidas.
El Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, a través de la Dirección Nacional de Centros Penales, inauguró las instalaciones del primer taller de panadería en el centro penitenciario de Cojutepeque, el cual beneficiará a 150 privados de libertad durante los primeros tres meses de funcionamiento.
La obra que cuenta con equipamiento y recursos para la elaboración de panificación en sus diferentes variedades, contó con el apoyo de la Embajada de la República de Alemania y la coordinación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), quienes participarán en este proyecto, el cual será un programa de rehabilitación del penal.
“El Proceso de rehabilitación que hemos iniciado, que va surgiendo poco a poco, pero tiene toda la intencionalidad de poder brindar a cada privado de libertad, las oportunidades y obligaciones que como sistema penitenciario tenemos”, expresó Rodil Hernández, Director de Centros Penales.
Asimismo, explicó que este proyecto es el inicio de programas de rehabilitación para los privados de libertad, dado que se existe la posibilidad de llevar este proyecto a los diferentes centros penitenciarios.
Hernández hizo un llamado a los privados de libertad del centro penal de Cojutepeque, para que aprovechen la oportunidad que se les brindan, como también a que demuestren su disposición de cambio, transformación de sus vidas y búsqueda de un proceso de paz en el país.
“Prepárense jóvenes, para vivir no dentro de estas paredes, prepárense para vivir en libertad, y de acuerdo a las normas de convivencia de esta sociedad”, acotó el Director de Centros Penales a los privados de libertad, presentes en la inauguración.
Por su parte, con esperanza y ansiedad los privados de libertad, dejaron a un lado sus esposas, para ser partícipes de las actividades del taller de panificación, quienes en más de una oportunidad dejaron entrever su entusiasmo por contar con oportunidades de inclusión a la sociedad salvadoreña.
“Las oportunidades de estudio y de trabajo son importante para nuestra inclusión a la sociedad”, expresó un privado de libertad, que participa dentro del taller panificación, que también mira este proyecto como una oportunidad para aprender un oficio que pueda ayudar a sus familiares, al salir en libertad.
El centro penal de Cojutepeque cuenta con una población de 900 privados de libertad, pese a que su capacidad es de 300 internos. Heinrich Haupt, Embajador de la República de Alemania, se expresó complacido de poder contribuir financieramente el proyecto: “Ell objetivo común es presentar y dar un trabajo útil a los internos, facilitarles el aprendizaje de un oficio, que les facilite su inserción social”, comentó.
El gobierno de Mauricio Funes impulsó durante los últimos cinco años, proyectos para readaptación de los privados de libertad en sus diferentes centros penitenciarios, como granjas agrícolas, el programa “Yo Cambio” y talleres para reinserción social y económica.
Por otra parte, el Director de Centros Penales, Rodil Hernández, explicó que ya existe un proyecto de construcción de dos centros penales en Izalco, los cuales se realizarán en un proceso de 36 meses de construcción y contarán con una capacidad para 1970 personas cada uno.
Actualmente, la Dirección de Centros Penales reporta que los centros penitenciarios cuentan con una población de más de 8 mil 400 privados de libertad, lo cual sobrepasa en un 322% la capacidad de las instalaciones.
A pesar de esto, las autoridades confirmaron que los últimos cinco años han servido para sentar bases que pueden fortalecer el sistema penitenciario del país, para los próximos años.
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