La Paz / AFP
Más de 460.000 hectáreas de bosque han sido afectadas por un incendio forestal en la región de Santa Cruz de la Sierra (este de Bolivia), informó el domingo su gobernador Rubén Costas, que se vio obligado a declarar «desastre departamental» para movilizar más recursos.
«Son 468.904 hectáreas de bosques que han sido afectadas», dijo Costas en un último recuento del incendio.
Costas, que declaró «desastre departamental por la magnitud de los incendios», realizó un sobrevuelo por la zona afectada junto al ministro de Defensa, Javier Zabaleta, para evaluar la situación.
Además del ese incendio forestal, este mes «se registraron 7.024 focos de quema», según escribió en su cuenta de Twitter. «La media histórica de agosto es de 4.688 quemas, estamos cerca de duplicar esa cifra», agregó.
Según las estimaciones de la autoridad, «el 70% del Departamento (de Santa Cruz) se encuentra en riesgo por la baja humedad en la vegetación».
Ante la situación, el ministro Zabaleta dijo en rueda de prensa en un aeródromo de Santa Cruz, a 900 km de La Paz, que «toda la guarnición militar» de ese departamento, considerado el motor económico boliviano, fue puesta «en apronte».
Según el viceministro de Defensa Civil, Oscar Cabrera, el incendio forestal se ha focalizado en las proximidades de la reserva ecológica de Tucabaca (de 262.000 hectáreas) y de las poblaciones de Chochís y Santiago de Chiquitos.
Además de los centenares de brigadistas que combaten el fuego desde tierra, el ministro de Defensa confirmó que dos helicópteros operan desde el aire. «Podemos llegar a cinco helicópteros entre hoy día y mañana», sostuvo.
El dato de las afectaciones entregado por la gobernación de Santa Cruz «tiene que ser validado por la ABT (Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra)», dijo más temprano Cabrera.
Otro foco de fuego se expandió el sábado por unas 600 hectáreas en los alrededores del aeropuerto internacional de Viru Viru, que sirve a Santa Cruz, pero fue prontamente sofocado, según el estatal Servicio de Aeropuertos Bolivianos (Sabsa).
Los focos de calor fueron provocados por la quema de campos de cultivo, que en Bolivia recibe el nombre de «chaqueo», y es una práctica ancestral, con la creencia de que la ceniza mejora la calidad de la tierra para la siembra.